Gasto desbocado

El déficit de las cuentas autonómicas ya se ha desbocado en Aragón en el primer trimestre y roza el límite establecido para todo el año. El Gobierno de Lambán asegura que es una situación coyuntural, pero es urgente hacer un esfuerzo por controlar el gasto público.

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán.
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán.
José Miguel Marco

Los datos oficiales dejan en evidencia al Ejecutivo aragonés, puesto que ha agotado el margen para cumplir el límite de déficit para todo el ejercicio, fijado en el 0,4% del PIB autonómico. En tres meses arroja ya un 0,3%, lo que representa más del doble que la media de las comunidades. El Pignatelli afirma que se corregirá con los ingresos extra que llegarán cuando se aprueben definitivamente los Presupuestos del Estado para 2018. Pero, al margen de esta partida que está por llegar, el presidente Lambán debe adoptar medidas para controlar de forma inmediata el gasto público. Primero, porque es negativo estar entre las regiones con menos capacidad financiera. Segundo, porque a pesar de la buena evolución económica de Aragón, lo cierto es que la economía global atraviesa por un momento vulnerable: las tensiones geopolíticas, el ascenso insólito del proteccionismo y la subida del petróleo presionan intensamente sobre la deuda. Y tercero, porque el endeudamiento público no está siendo bien invertido. Si se dedica a equipamientos productivos, la deuda se convierte en un multiplicador de riqueza y puestos de trabajo que permiten pagarla en un futuro. Pero se convierte en una pesada carga si se despilfarra en gastos tan injustos socialmente como pagar la mitad de la matrícula a los universitarios, con la única condición de aprobar solo la mitad de las asignaturas y aunque no lo necesiten por renta familiar.