Hacen falta 300.000 € para reparar el pabellón de Aragón, cerrado desde 2008

Las partidas más gravosas son las de arreglos de filtraciones, adecuación de equipos y limpieza.

Desperfectos en la fachada. La ausencia de labores de mantenimiento en el pabellón de Aragón ha provocado que se hayan desprendido de la fachada varias láminas de impermeabilización, como se puede apreciar en esta  fotografía tomada el pasado sábado.
Desperfectos en la fachada. La ausencia de labores de mantenimiento en el pabellón de Aragón ha provocado que se hayan desprendido de la fachada varias láminas de impermeabilización, como se puede apreciar en esta fotografía tomada el pasado sábado.
José Miguel Marco

La sociedad pública Zaragoza Expo Empresarial se tendrá que gastar más de 300.000 euros en reparar el pabellón de Aragón, que lleva cerrado los diez años transcurridos desde la clausura de la Expo. En todo este tiempo no se ha sometido ni al más mínimo mantenimiento por parte del Gobierno de Aragón, titular del edificio, por lo que ahora tocará destinar todo el dinero que no se ha invertido en una década. La pretensión inicial era adecentarlo y reabrirlo para la celebración del aniversario, pero los propios responsables confiesan que no dará tiempo.

La Expo encargó hace un mes la redacción del proyecto de obras para la puesta en funcionamiento de este equipamiento, estimado inicialmente en 300.000 euros. Con la propuesta remitida a revisión por el adjudicatario del contrato, el arquitecto zaragozano y coautor del diseño del pabellón de Aragón, Gabriel Lassa, se podría disparar. De momento, este primer encargo supone un desembolso de 11.742 euros

Lassa explicó a este diario que la estructura está "en perfecto estado de revista" y que el conjunto del edificio, pese a no haberse sometido a tareas de mantenimiento, "presenta un buen estado de conservación en general". Eso sí, apuntó que ahora habrá que hacer de golpe "el gasto que se podría haber hecho de forma diferida a lo largo de diez años".

El objetivo es dejar el pabellón de Aragón tal y como estaba en 2008, para lo que habrá que gastar una importante suma de dinero en reparaciones, fundamentalmente filtraciones de agua por la nula conservación, en adecuar equipos a la normativa vigente y en una limpieza en profundidad. Estas tres partidas son las más abultadas del presupuesto, que también incluye la limpieza de la estructura exterior de hormigón y la reposición de cristales rotos por el vandalismo y por el choque de aves. También se aprovechará para arreglar remates de la obra de 2008 indebidamente ejecutados. "Se llegó a costa del detalle", apuntó.

Goteras en la cubierta

Lo primero que hizo Lassa, con el apoyo de los también arquitectos Daniel Olano y Jesús Álvarez y el ingeniero industrial Alberto Cabezudo, fue un análisis de las patologías del edificio para posteriormente detallar todas las medidas necesarias para repararlas. En la segunda planta detectó "bastantes" filtraciones, que han dañado en parte los acabados interiores y también el pavimento de chapa de acero galvanizado. En este caso, por el cerco y las oxidaciones provocadas por el agua. A la planta inferior también han llegado las goteras, aunque el suelo laminado presenta un mejor estado.

El arquitecto aseguró que el agua no se ha colado por la fachada, cuya estanqueidad se comprobó con una muestra a escala real en un laboratorio vasco, sino por la cubierta plana del edificio. Allí arriba también se deberá reponer el pararrayos, tumbado por el cierzo.

Igualmente, habrá que arreglar desperfectos en las paredes interiores, provocados en el desmontaje de la exposición, reponer luminarias fundidas y las baterías del sistema de iluminación de emergencias. También se deberán actualizar los elementos de seguridad de los ascensores para cumplir la actual normativa, al igual que el equipo eléctrico.

Gabriel Lassa señaló que la limpieza deberá ser intensiva tras diez años de abandono. Hacerlo en el exterior tendrá su complejidad por el diseño de la fachada, en forma de cesta, lo que obligará a utilizar un elevador y a que los operarios se descuelguen al no poder llegar a las cristaleras y placas superiores.

También se deberán reponer las piezas de piedra de Calatorao que están rotas en la zona exterior, así como las lucernarias enrasadas en el pavimento. E igualmente se deberá volver a limpiar de grafitis toda el área del vestíbulo.

Estos trabajos de reparación y mantenimiento no han salido a concurso y aún carecen de una fecha, al igual que la reutilización del pabellón tras descartarse su uso como sede de las consejerías de Educación y Justicia o biblioteca. De hecho, ni siquiera está en el mercado, ya que sigue sin formar parte de la oferta comercial de Zaragoza Expo Empresarial, tal y como reconocieron en la DGA.

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