Javier Lanuza: "El Ministerio tiene que hacer los deberes ante la falta de médicos"

Profesor de Farmacología, será durante los próximos cuatro años el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza.

Javier Lanuza, en una de las salas del decanato de Medicina.
Javier Lanuza, en una de las salas del decanato de Medicina.
José Miguel Marco

¿Cuál es el proyecto más inmediato que tiene sobre la mesa?

Empezar con el cambio del plan de estudios. Hace ocho años heredamos un diseño de estudios, aprobado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad Universitaria (Aneca), que no nos gustaba y nos sigue sin gustar. No obstante, lo hemos tenido que llevar adelante. Nos han venido a evaluar y dijeron que lo hacíamos bien.

¿Y qué habría que mejorar?

Tiene unas deficiencias importantes. En estos momentos tenemos, aproximadamente, 525 estudiantes rotando por las instituciones sanitarias de Zaragoza. Hay tres semestres de rotatorio. Lo deseable es que fuera un año al final, pero que los alumnos hicieran rotatorios parciales desde cuarto y quinto. Nuestro objetivo es incrementar las prácticas y racionalizarlas.

Su antecesor ya anunció hace años que quería hacer un plan de Infraestructuras para intentar renovarlas, ¿forma también parte de sus planes?

El edificio de la facultad de Medicina data de mediados de los setenta. Estaba diseñado para promociones, en clases de mañana y tarde, de 2.000 estudiantes. Ahora, con 180 de Zaragoza y los 40 o 45 que vienen de Huesca ya no necesitamos semejantes aulas, necesitamos espacios más pequeños. La docencia tiende a ser en grupos más pequeños. Hay que reformar esa parte y el mobiliario, que es del año 75.

¿Cree que el siguiente proyecto será la reforma de Medicina?

Se ha hecho mucho esfuerzo desde la Facultad y desde la Universidad para arreglar las urgencias. Ahora, parece que hay un compromiso por parte de la Universidad de que después de la reforma de Filosofía, le toque el turno a Medicina.

La falta de profesorado es un problema acuciante, ¿cuál es la solución?

El contexto de crisis económica nos ha marcado a toda la Universidad, porque la tasa de reposición era cero. Además, ha habido una oleada de jubilaciones que ha coincidido con la crisis económica y nos estamos quedando sin profesores responsables, titulares o catedráticos, de asignaturas clínicas. En algunas no tenemos recambio. Hay cuatro o cinco en las que hay que tomar medidas inmediatas.

¿Pero cómo se ha llegado a esta situación?

En paralelo a esta crisis, la Aneca ha endurecido los criterios para acceder a los cuerpos docentes universitarios. En Medicina, los profesores son un poco particulares. Además de las patas de docencia e investigación, tienen la clínica, que les condiciona mucho. Les es difícil hipertrofiar esa pata de investigación que es por la que te evalúan fundamentalmente. De todas maneras se han hecho muchos esfuerzos para paliar la falta de profesorado. Para poner en marcha el nuevo plan de estudios, desde la Universidad y el Gobierno de Aragón se han contratado profesores asociados, se han sumado voluntarios, colaboradores extraordinarios...

¿Qué solución se plantea ante la falta de profesores?

Hay una solución intermedia que plantea la conferencia de decanos y que se ha puesto en marcha en alguna comunidad: es la figura del profesor contratado doctor. Tiene responsabilidad docente y es de la Universidad de Zaragoza. Si existiera la posibilidad administrativa de vincular esos contratados doctores a los hospitales, se nos abriría un abanico de posibilidades. Esto lo han hecho algunas comunidades. Lo que se necesita para los alumnos son profesores clínicos. Médicos que estén en el día a día.

La edad del profesorado también es otro de los problemas, ¿no?

Sí. Se prevén muchas jubilaciones.

Ante la falta de médicos, hay voces que apuestan por incrementar el número de alumnos en las facultades de Medicina. ¿Qué opina al respecto?

El cuello de botella en estos momentos está en la formación MIR. Salen muchos estudiantes de Medicina, pero no hay plazas MIR. Este año se han presentado 14.000 titulados para 6.000 y pico plazas. ¿Qué hacen todos esos estudiantes de Medicina? En la sanidad pública española no se puede ejercer si no tienes una especialidad.

¿Esto no es un poco incongruente?

La Aneca nos dice que con los medios, la facultad, los profesores y el número de camas que tenemos podemos formar con criterios de calidad a 180 alumnos, con la puerta que tenemos de Huesca. El que conoce las necesidades de médicos es el Ministerio de Sanidad y es el que tiene que hacer los deberes. El responsable de personal tiene que saber cuántos médicos se van a jubilar, cuántos va a necesitar según las tendencias... Cualquier empresario hace sus previsiones a medio o largo plazo.

Con el dinero que se invierte en la formación de los médicos, ¿qué opina de que haya muchos que tengan que irse fuera de España para trabajar?

Con nuestros impuestos estamos pagando la formación de muchos titulados.

¿Por qué la gente se va fuera?

Por mejores condiciones laborales, pero también si está abocado al cuello de botella en el MIR o cuando acaba, el Ministerio no lo engancha de una manera atractiva... Los alumnos realmente ahora son ciudadanos del mundo.

¿Pero la profesión médica está mejor valorada en otros países?

Creo que la profesión médica es valorada en España, querida... pero no está retribuida económicamente como en otros países. Las condiciones económicas son mucho mejores. Están mejor pagados. Otra cosa es la calidad de vida, la cercanía a la familia...

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