Las 5+1 obras que alejaron el agua de los pueblos

La última avenida extraordinaria del Ebro ha anegado miles de hectáreas en Aragón, pero, a diferencia de la de 2015, no ha superado las defensas de los núcleos urbanos. Ese año, el río rebasó los 2.400 metros cúbicos por segundo a su paso por Zaragoza y fue necesario evacuar a más de un millar de vecinos de Pradilla y Boquiñeni. ¿Qué ha cambiado para que esta vez no haya sido así? Una de las claves está en la anticipación. El ‘lento’ avance de la punta de la riada permitió reforzar motas y decidir con tiempo suficiente si era o no necesario desalojar a la población. Otra, no obstante, viene de 2015. En concreto, de las obras de emergencia ejecutadas en los núcleos urbanos de la cuenca del Ebro, presupuestadas en 30 millones.

Lorenzo Polanco, jefe del área de Gestión Medioambiental de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), explica en que estos tres últimos años se han impulsado hasta cinco mecanismos para evitar que el agua entre en los núcleos urbanos. A las áreas de inundabilidad controlada, anteriores a 2015, se han sumado los llamados cauces de alivio y el retranqueo de motas. También se han permeabilizado infraestructuras y se han realizado limpiezas puntuales (que no integrales).

Asimismo, se han delimitado los "perímetros de seguridad", formados por las motas que defienden a los municipios de las inundaciones, las carreteras, los caminos... La Confederación entregó hace apenas unos meses una carpeta a cada municipio con un plano de la localidad, de las motas y de las compuertas que han de cerrarse en caso de avenida, entre otros elementos.

A todos ellos hay que sumar uno más: los hitos. Comenzaron a instalarse en verano de 2017 y ya han probado su valía. "Estamos muy satisfechos", reconoce Polanco. En esta avenida han permitido analizar con objetividad cuántos centímetros quedaban para que el agua superase una determinada defensa. "Son una forma de hacer copartícipes a alcaldes y concejales, ya que son ellos quienes deben hacer las anotaciones", expone. Pese a que esta vez no ha sido necesario evacuar a la población, Polanco admite que "cada avenida es diferente", de modo que "lo que ha servido en esta podría no ser suficiente en la siguiente".