Normalizado el tráfico en el Monrepós tras la apertura del paso provisional

El puerto del Monrepós, en la N-330, ha recuperado la normalidad con la apertura el pasado viernes de un paso provisional que permite dar continuidad a la carretera tras el hundimiento de la calzada el pasado 13 de abril, lo que obligó a su cierre. La limitación de velocidad a un máximo de 50 km es el único condicionante en un vial de 300 metros de longitud y un carril por cada sentido construido en tiempo récord con el objetivo de que el principal eje de acceso al Pirineo pudiera estar en servicio el puente festivo del Día de Aragón.

Este sábado, los conductores realizaron sin problemas el recorrido habitual para acceder a las comarcas de la Jacetania y el Alto Gallego. Los operarios de la constructora ultimaban los detalles, como la colocación de unas señales de balizamiento. También seguían los trabajos para estabilizar la ladera que se derrumbó bajo la calzada. Se están colocando unos micropilotes para asegurar el terreno al tiempo que se estudia una solución para reconstruir el tramo hundido.

Rafael Martínez y Teresa Aznar viajaban desde Zaragoza hasta Biescas, donde habían reservado una casa rural para pasar los días del puente. Mientras almorzaban en Lanave, dijeron que se habían informado de que la carretera estaba abierta, pero no se dieron cuenta de que pasaban por el desvío paralelo a la calzada hundida por un deslizamiento.

El vial provisional, señalizado en amarillo, puede pasar desapercibido entre los tramos que están en obras en esta carretera para su total reconversión en autovía. "Hemos venido sin problemas, como otros años, aunque pensábamos que esta vez podría haber retenciones por lo ocurrido", apuntó Rafael Martínez. Según dijo, aunque el Monrepós no hubiese estado abierto, se habrían desplazado igual hasta Gavín. "Hubiéramos dado más vuelta, pero hace tiempo que habíamos cogido la casa para una reunión familiar", apuntó Teresa Aznar.

Junto a la panadería de Lanave, a pie de carretera, paraban este sábado por la mañana algunos coches, pero nada comparado a cualquier otro sábado, "y menos en un puente". Yolanda Alonso, propietaria del negocio, indicó que "hoy (por este sábadp) sería un día para que no os pudiera atender". El establecimiento ha estado siete días cerrado.

Un sábado "flojo"

La dueña explicó que al mediodía del viernes les avisaron de que se iba a abrir la carretera: "Vinimos corriendo para preparar todo porque nos dijeron que darían paso a las 15.00". Pero la puesta en servicio del desvío se demoró 55 minutos "y muchos camiones tuvieron que esperar aparcados aquí delante", detalló Alonso. Tras el mostrador, insistía en que este sábado no era un día normal, porque "muchos sábado ya hay gente aquí a las 8.30 y hasta las 13.00 no deja de haber cola". "Nos sobrará género", añadió.

Unos kilómetros más adelante, en la tienda Chocolates de la Abuela, en Hostal de Ipiés, comentaban que se notaba más tráfico, "pero nosotros todavía no hemos recuperado el movimiento habitual de un sábado". Lo mismo indicaron en la estación de servicio, donde este sábado fue "un día flojo". A la Oficina de Turismo de Biescas llegó "más gente de la que esperábamos, por lo de cierre", aunque algo menos que otros años por esta festividad.

A primera hora de la tarde, en la Oficina de Turismo de Jaca había 10 personas esperando. Aquí, a los aragoneses se suman los visitantes de Castilla-León, que también celebra el día de la Comunidad el 23 de abril. "Y ellos venían por la carretera de Pamplona", explicaron.

La apertura de Monrepós se notó, además, en la A-132, vía que se estableció como alternativa a la N-330. "Aquí, los sábados siempre hay mucho tráfico, pero se nota que ha bajado el paso de camiones", apuntó José Luis Gállego, concejal de Ayerbe.