Cientos de animales, víctimas de la riada
El Partido Animalista (Pacma) ha denunciado la muerte de estos animales que no han sido evacuados de las granjas.
La crecida del río Ebro anegó este fin de semana varias granjas con animales en Aragón, lo que ha provocado la muerte de un volumen importante de ellos. Así lo denuncia el Partido Animalista (Pacma) en una nota de prensa, en la que recuerdan que el pasado viernes advirtieron al Gobierno de Aragón de la necesidad de que se activara el protocolo para desalojar a los animales y garantizar su salvaguarda.
Pacma ha difundido unas imágenes en las que se muestra una granja de vacas en Remolinos y otra en cerdos en Villafranca de Ebro. En el primer caso, el agua llega hasta la rodilla de los animales, mientras que en el segundo casi los sobrepasa, provocando que muchos de ellos luchen por sobrevivir. Según subrayan desde la organización, estos vídeos fueron grabados este domingo por la tarde.
Por su parte, el alcalde de Villafranca de Ebro, Roberto González, reconoce que una granja se ha inundado cuando todavía había animales dentro. Tal y como detalla, este hecho se produjo tras varias jornadas de desalojos, en las que se pudo salvar la vida de unos 1.600 cerdos (había cerca de 2.600 en la granja). "Estuvimos en contacto constante tanto con el granjero como con el Gobierno de Aragón, pero no se pudo hacer más", lamenta.
En el caso de la granja de Remolinos, fuentes del Consistorio han recalcado que en estos momentos se ha conseguido reducir el nivel de agua y que se continúa trabajando en esta línea.
El Partido Animalista subraya que estas imágenes podrían haberse evitado si las autoridades hubieran puesto en marcha el Plan de Evacuación de Animales en Catástrofes y Situaciones de Emergencia, que elaboraron con la colaboración de expertos, y que se presentó a todas las Comunidades Autónomas el pasado mes de noviembre.
Después de lo ocurrido, este partido ha presentado una denuncia con la intención de que se considere la omisión de socorro a estos animales, y de que no sean contabilizados como pérdidas económicas.
En 2015 ya se registraron episodios en los que no se tuvo tiempo de evacuar a todos los animales de las granjas, por lo que alrededor de 10.000 fallecieron tras la crecida extraordinaria del Ebro.
