"Es un terreno propenso a deslizamientos"

El geólogo José Antonio Cuchí explica que lo ocurrido en Monrepós puede ser un suceso natural pero también provocado por las obras que se llevan a cabo en la carretera.

Estado de uno de los tramos de la carretera de Monrepós.
Estado de uno de los tramos de la carretera de Monrepós.
Pablo Segura

José Antonio Cuchí, profesor de Geología del departamento de Ciencias Agrarias y del Medio Natural de la Politécnica de Huesca, observaba este viernes las "Esto puede ser un ‘deslizamiento natural’, pero da la impresión de que también puede tratarse de una situación provocada por los trabajos que se hacen al lado, donde se construía un mudo", dijo.

Este experto señaló que el desprendimiento de hace dos años en la cara sur consistió en una caída de bloques sobre la carretera, "pero esto es al contrario". Según explicó, ha sido la calzada la que "se ha ido ladera abajo". El deslizamiento de este viernes se produjo en la cara norte del puerto, donde, bajando, se pueden ver las capas de arenisca y arcilla. "Es algo típico del Monrepós, se llama la formación Campodarbe", indicó Cuchí. Asimismo, apuntó que es un terreno propenso a deslizamientos que en periodos secos no da problemas, pero sí en episodios largos de lluvia. "Y una prueba de ello es que se está cayendo media provincia y que hay problemas en varios puntos de montaña", recordó.

Ante el cúmulo de circunstancias que se dan en el tramo afectado, el geólogo no se aventuró a determinar el origen del derrumbe. "Hay mucha pendiente en el terreno, están trabajando y, por tanto, las cosas no están como estarán al final de las obras, por lo que el conjunto de todo ello puede provocar un deslizamiento". Sí destacó que la carretera no ha sufrido una caída inmediata "sino que ha caído de forma progresiva y ha ido ladera abajo". "Hay que alegrarse de que no haya habido ninguna desgracia porque me dicen que alguna gente ha roto neumáticos aquí, si alguien hubiese parado a cambiar una rueda...", apostilló Cuchí.

Soluciones

A la hora de aportar soluciones, el profesor de la Politécnica comentó que una de ellas sería la del pivotaje. "Consiste en clavar una serie de anclajes en profundidad hasta alcanzar un estrato que ya calculen tenga suficiente resistencia y sobre eso colgarán la carretera, será un terraplén pivotado al terreno", explicó.

En su opinión, los trabajos de reconstrucción se alargarán por lo menos "algunas semanas", ya que tendrán que limpiar lo que ha caído, hacer el pivotaje y volver a reconstruir la vía. "También dependerá de los medios que pongan", añadió.

En todo caso, lo primero debe ser revisarlo todo. "En cuanto puedan entrar con cierta seguridad, hay que analizar el trazado porque se ha caído un tramo pero tienen que mirarlo todo y hay unos cuantos kilómetros hasta donde han construido el puente", destacó el geólogo.

En cuanto a la vía elegida como paso alternativo entre Huesca y los valles de Jaca y Sabiñánigo, Cuchí comentó que si hubiera estado abierto el túnel de abajo se hubiera podido dar servicio por ahí, "pero en estas condiciones la única posibilidad es la A-132, por Santa Bárbara".

En relación a la situación de esta carretera, donde el pasado jueves se produjo un desprendimiento que obligó a dar paso alterno a los vehículos, Cuchí insistió en que "más de una vez se ha comentado que sería bueno hacer un trabajo preventivo, tirarlo antes de que se caiga al suelo". Explicó que entre Concilio y Murillo de Gállego hay un tipo de caídas y entre está última localidad y La Peña, otro porque son diferentes tipos de problemas.

Este experto recordó que en Murillo, después de las curvas, "hay un gigantesco deslizamiento de ladera de unos 600.000 metros cúbicos que baja hasta el Gállego y que se puede activar o no, por lo que hay que estar vigilante si cae mucha lluvia". En este sentido, recordó que el río se ha cortado dos veces por deslizamientos entre Santa Eulalia y Biscarrués, en 1949 y hacia 1960.

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