Más de 600 personas trabajan ya en 5.000 hectáreas de monte para prevenir incendios

Las ocho cuadrillas helitransportadas llevan trabajando desde enero y las 62 terrestres se incorporaron a mediados de febrero.

Imagen de archivo de un incendio forestal en Villel.
El operativo contra incendios de Aragón contará con más de 1.200 efectivos
A. García

El operativo de prevención y extinción de incendios que ha preparado este año el Gobierno de Aragón realizará tareas selvícolas entre 4.500 y 5.000 hectáreas de monte.

A diferencia de otros años, en estos momentos ya están trabajando todas las cuadrillas que forman parte del dispositivo: las ocho helitransportadas, que se incorporaron en enero, y las 62 terrestres, que se incorporaron a mediados de febrero para cumplir con el periodo de contratación de diez meses y medio pactado con Podemos para lograr la aprobación de los presupuestos de la Comunidad para este año.

También están ya operativos tres de los ocho helicópteros y 30 de las 39 autobombas. Ante las críticas de los sindicatos en este sentido, fuentes de Desarrollo Rural han explicado que esos cinco helicópteros no se han activado todavía para evitar un gasto público innecesario, dado que de momento las condiciones climatológicas no los hace necesarios. Los trabajadores que forman parte de esas cuadrillas helitransportadas realizan, a día de hoy, tareas selvícolas.

En total hay ya 605 personas contratadas: 449 personas en las cuadrillas terrestres, 96 en helitransportadas y algo más de 60 para autobombas forestales. Según ha informado el Gobierno de Aragón, en plena campaña estival, el número de profesionales superará los 800.

Puestos de vigilancia

Quienes no se han incorporado todavía al operativo son los trabajadores de los puestos fijos de vigilancia de antincendios. En total hay 80 puestos en la Comunidad y, según el plan aprobado en los presupuestos, sus trabajadores deberían laborar este año un total de siete meses. Por ahora, sin embargo y según señalan los sindicatos, solo han empezado a trabajar 3 de los 181 vigilantes que se tiene previsto contratar. Desde la DGA insisten: la climatología no los ha hecho necesarios hasta ahora. Todavía hay margen para cubrir los siete meses estipulados, pero los sindicatos avisan de que, cuanto más tarde se incorporen, más tarde acabarán: "A final de año igual se nos muere alguien congelado en un puesto fijo de vigilancia. Muchos son torres metálicas sin climatización, expuestas al viento y al frío. Si no se les contrata ya, para cumplir el acuerdo los trabajadores acabarán sometidos a condiciones extremas de trabajo", opina por su parte Francisco José González, secretario general del sector autonómico de CCOO Aragón.

Tampoco han terminado de incorporarse todas las cuadrillas de los espacios naturales protegidos. Éstas, según el acuerdo, deberían operar durante diez meses. Por este motivo el Comité de Intercentros de Sarga llevó a cabo una concentración este sábado a las puertas del centro de interpretación de Torla.

Condiciones laborales

En cuanto a las condiciones laborales del personal del Operativo, la nómina de los operarios especialistas asciende a unos 1.865 euros brutos al mes en las cuadrillas terrestres. Por su parte, la remuneración de los jefes de cuadrilla es de 2.075 euros brutos mensuales. En ambos casos, se perciben pluses adicionales por la asistencia a incendios forestales. El horario de trabajo se adapta a la tipología de los trabajos desarrollados y a los niveles de activación de medios definidos por la Dirección General de Gestión Forestal, Caza y Pesca.

El presupuesto del operativo para 2018 asciende a 21,47 millones de euros.

Prevención

Los trabajos que llevan a cabo desde este operativo consisten en la creación de infraestructuras para la defensa y la prevención de los incendios forestales, reduciendo la densidad del matorral y arbolado, así como la eliminación del combustible muerto o procedente de restos de corta. Para la realización de este trabajo se utilizan 415 motosierras, 322 desbrozadoras, 48 motopértigas y 3 biotrituradoras.

El operativo permanece durante la campaña en atención continuada, lo que significa que debe estar localizable y disponible en el caso de que se inicie un incendio dentro de su zona de actuación. El arma más eficaz para combatir el fuego es el agua, ya sea por vía terrestre mediante el tendido de mangueras desde las autobombas, o aérea con helicópteros e hidroaviones.

Las cuadrillas también poseen otros métodos para combatir las llamas; por un lado el ataque directo mediante herramientas como los batefuegos, diseñados para eliminar el oxígeno de la combustión mediante el impacto continuo en el suelo, y por otro lado el ataque indirecto mediante la creación de líneas de defensa, una práctica que consiste en la eliminación de combustible y reducción de la cubierta vegetal, o la quema de ensanche, que se basa en provocar un fuego controlado para el incendio original cuando llegue a esa zona quemada no pueda avanzar porque no existe combustible, entre otras.

Formación

La formación necesaria para poner en marcha estas habilidades se lleva a cabo desde Sarga, en la que el departamento forestal elabora todos los contenidos específicos en cuanto a prevención de riesgos laborales y prevención y extinción contra incendios, los cuales son validados por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón.

En cuanto a la práctica, durante los periodos que están fuera de la alta activación de medios las diferentes cuadrillas realizan simulacros de estrategias, como el tendido de mangueras o la creación de líneas de defensa, con el objetivo de aumentar la coordinación y la seguridad cuando la situación sea real. A todo ello se le suma la formación específica de los profesionales que pertenecen al operativo, teniendo en cuenta que muchos miembros de las cuadrillas poseen estudios en materia de gestión ambiental y forestal, así como experiencia en el sector.

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