Partida de billar

Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón, en su despacho.
Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón, en su despacho.
Guillermo Mestre

La larga campaña electoral emprendida por el presidente Lambán hacia las elecciones de 2019 tiene una estrategia clara: la del billar. Una mesa, tres bolas y un tirador que con la suya debe alcanzar a las otras dos para ganar la partida sin romper el tapete. Complicado, pero posible. El nuevo-viejo PSOE de Sánchez no acaba de despegar; el de Lambán arrastra un desgaste de tres años de gestión en la cima de la fiscalidad a cambio de nada para el contribuyente. Podemos, su actual socio de facto, ha demostrado que había venido a inventar la pólvora política y se le ha mojado. Y Ciudadanos, que nunca acaba de llegar, surfea sobre una ola de cabreo con los políticos que se puede convertir en el tsunami electoral que el presidente intenta prevenir. Primera tirada: Lambán toma su bola y se dispone a jugar con las otras. A Ciudadanos le invito a que me rebaje el impuesto de sucesiones, a Podemos le tranquilizo asegurando que no voy a tragar. Carambola: suavizo el impuestazo, dejo el mínimo exento por debajo del millón de euros que me plantean y aún así sigo encabezando –sin liderar– la recaudación por este tributo, para no sublevar tampoco a las bases socialistas. Y todos tan contentos, oigan.