La empleabilidad de un teléfono es cada vez mayor. Desde cómo pedir ayuda con él en caso de emergencia hasta darle una segunda vida que cuide el medio ambiente, su funcionalidad hace que el móvil sea ya una herramienta prácticamente indispensable para cualquiera de nosotros.

Si eres de los que sufres cuando no hay cobertura a una red wifi o no sabes qué hacer cuando tu móvil se ha quedado sin batería, es posible que tu perfil sea el de un adicto al móvil. Porque, ¿sacarías un 10 en el correcto de tu teléfono?

La realidad es que no siempre sabemos emplear este dispositivo de manera responsable. De hecho, una encuesta realizada por la Universidad del País Vasco advierte que tres de cada diez menores de 11 a 16 años reconoce haber enviado imágenes de carácter sexual a través de su teléfono móvil.

Esa es una de las principales conclusiones que se extraen del libro ‘Entre selfies y whatsapps’, elaborado por docentes de la universidad vasca e integrantes del equipo de EU kids Online, que al mismo tiempo explica que el 14% de los jóvenes que en alguna ocasión ha llevado a cabo esta práctica, denominada ‘sexting’, se ha sentido un poco o muy disgustado.

La editora de esta publicación, Maite Garmendia, explicó que esta sensación afecta especialmente al público femenino, mientras que en el caso de los chicos de 18 a 25 años suelen pedir más fotografías de esta tipología. "Esto explica por qué las chicas mandan fotografías sugerentes pero sin llegar a exponerse del todo. Sin embargo, los hombres tienden a enviar imágenes más explícitas y comprometidas, incluso de sus genitales", remarcó Garmendia.

Los aragoneses, por debajo de la media nacional

El reciente 'IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente', elaborado por Rastreator.com, pone de manifiesto que los aragoneses son los que menos tiempo dedican a mirar su teléfono móvil al día, con una media de 2 horas y 24 minutos diarios.

Unos números que les sitúan 58 minutos por debajo de la media nacional, que se coloca en las 3 horas y 22 minutos.

Esta adicción puede suponer ciertos trastornos que afectan no solo a la salud física de los usuarios, sino también a su bienestar social y psicológico.

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