La situación de emergencia que arrastra la margen derecha del Ebro ha despertado la preocupación de las comunidades de regantes, que no descartan restricciones de cara a la próxima campaña e importantes afecciones económicas para el campo. Las lluvias registradas este invierno no están siendo suficientes para recuperar los niveles de otros años y embalses como el de La Tranquera no pasan del 33% de su capacidad. También preocupa la situación de Mediano, el único ‘punto negro’ de una margen izquierda que ha mejorado significativamente en las últimas semanas.

Ramón Lúquez, técnico de explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), confirma que en la margen derecha "no está ni mucho menos garantizada una campaña normal", ya que el nivel almacenado podría no ser suficiente para asegurar los grandes consumos. Como ejemplo pone los embalses del río Guadalope, que han caído una media del 30%. "El de Las Torcas y el de Moneva están mucho peor. El primero está al 12% y el segundo, que solo acumula medio hectómetro cúbico, al 6%. En estos casos, la sequía no está durando meses, sino años. Se puede hablar de una sequía endémica", señala.

En la margen izquierda, la incertidumbre se centra en Mediano, que almacena 167 hectómetros cúbicos cuando su capacidad alcanza los 434, unos niveles inusualmente bajos para estas fechas. "Es una situación anómala, otros años podía haber hasta 200 hectómetros cúbicos más", explica Lúquez.Estos datos contrastan con los de Yesa, que gracias a las precipitaciones de las últimas semanas ha crecido hasta el 85%, o los de La Sotonera, al 83%.

La parte positiva la ponen las reservas de nieve, superiores a la media de los últimos ejercicios. La cuenca del Aragón acumula 258 hectómetros cúbicos, unos 50 más que la media. También destacan los 226 de la del Gállego (168 más) o los 390 de la del Cinca (180). "Si la mayor parte se transforman en agua podremos recuperar los volúmenes habituales", expone.

Lúquez reconoce que la situación "se está complicando cada vez más", ya que las últimas lluvias apenas han dejado agua en la margen derecha. La Confederación Hidrográfica ya se ha reunido con aquellas zonas en las que el índice de sequía está en niveles de emergencia y estudia qué cupos o restricciones habrá que imponer si la situación no mejora.

"Va a haber problemas"

El presidente de la Federación de Regantes de la Cuenca del Ebro, César Trillo, confirma la preocupación de la margen derecha, donde, tras años de dificultades, ya se asume que esta"tampoco será una buena campaña". "Va a haber problemas", vaticina. El también presidente de Riegos del Alto Aragón reconoce que los embalses "no han recuperado las cotas necesarias" y que, en su zona, los riegos se van a retrasar "todo lo posible" para ahorrar agua. "En la margen izquierda somos los que peor estamos. Para empezar bien necesitaríamos que entrasen ya 200 hectómetros cúbicos en el embalse de Mediano", calcula. Los próximos meses serán críticos. "Deberíamos llegar a junio con los embalses llenos. Si no, no terminaremos la campaña", dice.

La CHE asegura que los consumos "están garantizados". La sequía, no obstante, ha obligado a los usuarios a planificar sus cultivos. Ayuntamientos como el de Teruel o el de Calatayud también han impulsado medidas de ahorro a fin de garantizar un consumo sostenible. Lúquez cree que "difícilmente se pueden tomar mayores medidas", aunque los consistorios ya estudian nuevas restricciones por si la situación empeora.

La propia Confederación Hidrográfica ha creado comisiones de seguimiento de la sequía a fin de controlar el nivel de los caudales y anticiparse a posibles problemas. Pese a que la meteorología aún podría cambiar en favor de los agricultores, Lúquez reconoce que "cada vez hay menos tiempo" para que la situación se corrija.