Agón: el grito de auxilio por la ermita de Gañarul

Una plataforma ubicada en Agón persigue el rescate del singular enclave de Gañarul;este barrio perteneciente al municipio cuenta con una ermita mudéjar que amenaza ruina.

José Antonio Giménez fotografía con su móvil el techo abovedado de la ermita de Gañarul, en clara amenaza de ruina.
José Antonio Giménez fotografía con su móvil el techo abovedado de la ermita de Gañarul, en clara amenaza de ruina.
Laura Uranga

Aunque es un municipio poco poblado, Agón tiene barrio, y es un barrio ilustre: Gañarul. José Antonio Giménez, concejal de la corporación municipal local, es también miembro de la Asociación para la Defensa y Promoción de los Bienes de Agón y Gañarul, que tiene alrededor de 170 miembros dentro y fuera del pueblo; todos colaboran en la medida de sus posibilidades para que este despoblado y su principal atractivo histórico, la ermita, salga del estado ruinoso en el que se encuentra. "Cada cual –puntualiza José antonio– aporta lo que puede, pero quiero destacar a las hermanas Pilar y Carmen Ruiz Marcellán; con su empuje, Gañarul acabará saliendo adelante". Pilar y Carmen tienen otra hermana con sangre paladina en el tema cultural; Trinidad, poeta y editora, también pedagoga e hija de Agón, que desde su residencia en Litago sigue activa en la generación y canalización de obras literarias con duende.

La ermita de Gañarul es una pequeña construcción del siglo XIV, de planta rectangular y una sola nave con tres tramos. La cubierta es una bóveda de crucería de arcos diagonales; todo el edificio está realizado en ladrillo aparejado a soga y tizón. La actividad de la Asociación empezó hace casi una década. "Gañarul –cuenta José Antonio– está despoblado desde los sesenta, ya que la casa principal quedó en desuso al faltar descendencia. Lo de la ermita es aparte; se hizo en su día un proyecto de restauración que quedó paralizado tras una serie de cambios políticos, y decidimos ponernos manos a la obra. Se ha ido haciendo de todo, además de los aportes de los socios y de pequeñas subvenciones que no han sido suficientes para acometer el trabajo a conciencia:procesiones, talleres de artesanía… todo para reinvertirlo en el rescate. El Ayuntamiento tiene voluntad, pero no fondos, por lo que la recuperación del edificio está en suspenso por ahora. Ha habido que apuntalar el tejado, porque el riesgo de derrumbe es claro".

Agón: el grito de auxilio por la ermita de Gañarul

El 5 de agosto de 2002 se publicó en el BOA la declaración para la ermita de Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés, Aunque el interior está muy deteriorado, en su día albergó un retablo barroco en madera dorada del XVIII, que incluía una talla románica de la Virgen de Gañarul originaria del siglo XIII. En el exterior hay un friso de ladrillo en zigzag que ha sido homenajeado con una réplica en el edificio de la biblioteca municipal de Agón.

Confianza

A pesar de exponer con rotundidad la preocupación local por la lentitud del rescate, José Antonio es de los que opta por confiar en el éxito del empeño. "Cuando el Canal Imperial llegó a Zaragoza quedó un vestigio, la Fuente de los Incrédulos, para quienes n esperaban que la obra se hiciese. Aquí debería ocurrir algo parecido: cuando la casa grande del despoblado actual y la ermita se recuperen, debería hacerse un pilón de agua para las futuras visitas y las romerías: un símbolo para que la gente vea y crea".

El año pasado, el Ayuntamiento de Agón pasó a ser propietario del despoblado de Gañarul, tras años de gestiones. Ese hecho abre la puerta para futuras subvenciones de patrimonio, que garanticen además futuros planes de mantenimiento y explotación turística de este patrimonio singular en pleno corazón del Campo de Borja. El turismo sería un nuevo aliciente de desarrollo para un municipio en el que el agro tiene menos eco que antes en la economía: mucha gente de Agón trabaja en las grandes empresas del entorno, desde la Opel (hecho que se repite en cincuenta kilómetros a la redonda de Figueruelas) a las firmas instaladas en los polígonos de Borja y Magallón.

La situación de los servicios

El año pasado, Agón vivió el cierre de su única tienda multiservicio. Este hecho es un pequeño drama para cualquier municipio de escasa población, pero como reconoce José Antonio, apenas daba el negocio para obtener lo comido por los servido. El bar es municipal, y actualmente se va a someter a una reforma clave, presupuestada en 30.000 euros: la ampliación y modernización de la cocina. Hay un encargado de llevar el local y centenar y medio de socios que pagan una cuota de 30 euros anuales para ayudar en pequeñas reparaciones y gastos puntuales.

El municipio también cuenta con una bodega pública para celebraciones, un coqueto pabellón deportivo y parque. Como en muchos pueblos aragoneses, el senderismo también es una opción de impacto creciente en Agón; entre el pueblo y la vecina Magallón hay vía verde junto al río (Escachamas) que forma parte de una ruta con regreso por Gañarul.

José Antonio Giménez está orgulloso en el plano personal (es devoto de la historia del pueblo) de un notable logro archivero; la compilación de documentos sobre la vida cotidiana y las diversas incidencias acaecidas en Agón desde 1813, realizada con los apoyos de la Diputación Provincial de Zaragoza y el Gobierno Civil. "Ahora que lo tenemos ordenado y completo, el reto es digitalizarlo y que así esté perfectamente disponible para la consulta. En otros pueblos se perdió mucha historia en incendios y por consecuencia de la guerra, aquí tuvimos la suerte de conservarlos".

Dos artistas hechizados por Agón

El escultor zaragozano José Antonio Barrios ha tenido siempre su taller en el barrio de las Delicias de Zaragoza, pero hace ya muchos años que adquirió una casa en Agón, donde puede admirarse una selección de sus trabajos. En el jardín, por ejemplo, colocó una conocida serie de instrumentos musicales, cuya fama ha traspasado fronteras.El pasado verano, para celebrar su primer cuarto de siglo en la profesión, sacó del interior de un cedro del Líbano una hermosa escultura monumental nuevamente encaminada a la reproducción en madera de instrumentos, a la que bautizó como ‘Bio-lón’.

Inmaculada Arricivita es pintora, nació en Mélida (Navarra) y vivió una larga temporada en América Latina, especialmente en Argentina. Lleva tiempo afincada en Agón, donde tiene su residencia y su estudio de trabajo. Es una ferviente admiradora del impresionismo clásico, de formación autodidacta, y dentro de su obra propia (empezó a exponer en 1996) destacan los trabajos sobre papel japonés y seda, con una vocación innovadora en la técnica y los propios pigmentos.

LOS IMPRESCINDIBLES

La torre mudéjar

Conocida como ‘La Cárcel’, está pegada a la sobria iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles. El cuerpo inferior cuadrado es su elemento de tipología mudéjar;la sencilla decoración se nutre de esquinillas y rombos.

El Bronce de Agón

El director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, bautizó así al hallazgo de una pieza fragmentada de bronce con inscripciones latinas en un campo de Gañarul. La pieza está en el Museo y Agón posee una réplica (imagen).

El Centro Ocupacional

El Centro Portal del Moncayo, de ámbito comarcal, está en Agón y tiene como objetivo la inserción laboral de personas con disminución psíquica. Allí se trabaja con una veintena de chavales; el bar municipal colabora en las comidas.

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