Beamonte tacha de "pacto de trileros" el acuerdo de las izquierdas y Lambán le acusa de "desestabilizar" la política

El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el líder del PP-Aragón, Luis María Beamonte, se han acusado mutuamente de desestabilizar la vida política en Aragón en otra tensa sesión en el pleno de las Cortes. El golpe de ZEC en las sociedades municipales del Ayuntamiento de Zaragoza y las discrepancias sobre la ley de capitalidad han marcado un debate en el que Beamonte ha vuelto a acusar a Lambán de hacer alcalde a Pedro Santisteve, mientras el socialista ha culpado a los populares de intentar desestabilizar las instituciones.

La actualidad de Zaragoza capital ha centrado la pregunta sobre la inestabilidad institucional en Aragón formulada por el PP. En las Cortes, Lambán y Beamonte se han cruzado reproches, en otra tensa sesión que ha obligado a la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, a llamar al orden a los diputados. Cualquier chispa que salta inicia el fuego, y han sido varios los incendios dialécticos que han alterado la normalidad en la sesión. 

Beamonte ha reiterado que Lambán y Santisteve son "vasos comunicantes", y vaticina que sus suertes están unidas. El líder popular considera que Zaragoza vive la "crisis institucional más grave de los últimos años" con un pacto de izquierdas que "sencillamente se ha convertido en un pacto de trileros". El líder popular en Aragón advierte a los socialistas de que los zaragozanos no van a perdonar los "espectáculos y sainetes" constantes e insta a Lambán a que "no acepte más que los zaragozanos sean la carta con la que ustedes juegan sus batallas".

Lambán ha querido reconocer la "paciencia responsable" de los grupos municipales de CHA y del PSOE. Insiste en que la ley de capitalidad es constitucional, aunque no quiere entrar en la aplicación que hace de la norma el alcalde Pedro Santiesteve.

Para desviar la atención de la situación de Zaragoza, el presidente de Aragón ha acusado a Beamonte y a la portavoz popular, Mar Vaquero, de ser los "campeones de la carga fiscal municipal" en Aragón, a pesar de sus promesas de bajar los impuestos. Y con esta chispa se ha originado un fuego, avivado desde las dos bancadas, que Violeta Barba se ha visto obligada a sofocar a golpe de ordeno y mando.