Droga, democracia

La posverdad circulante ha logrado escandalizar con un folleto sobre las drogas divulgado por el Ayuntamiento de Zaragoza gobernado por ZEC. En él se dicen cosas tan obvias como que es menos arriesgado esnifar con un rulo de papel que con uno rígido, para evitar lesiones o infecciones. Claro, y si no quieres perforarte el tímpano es mejor limpiarte el oído con un bastoncillo que con un palillo. Más allá de su literalidad, se ha impuesto la interpretación con conclusiones y titulares tan llamativos como que sus autores equiparan la cocaína con el cacao o el paracetamol. Que cada cual juzgue. Vista la evolución de la polémica, uno se pregunta si algunos de sus voceros se han leído las 32 páginas del manual y, sin dudarlo, se responde que no es posible. De lo contrario, hubieran reparado antes en el párrafo final del folio cuarto y el que abre el siguiente para destacarlo con mayor despliegue. Allí se reflexiona en torno a la ley y la reinserción para concluir que "en democracia se ha multiplicado por cinco la población reclusa" en España. ¿Culpable la democracia? Ahora sí, ahora me pregunto qué toman esos señores para llegar a ensalzar por pasiva las bondades del régimen anterior.