Las estaciones abrirán casi el 100% de sus pistas el fin de semana gracias a las últimas nevadas

Se mantiene hasta mañana la alerta por mínimas de entre -6 y -10 en Aragón.

Las últimas nevadas han dejado condiciones espectaculares en estaciones como Valdelinares.
Las últimas nevadas han dejado condiciones espectaculares en estaciones como Valdelinares.
Aramón

La nieve dio este miércoles una tregua a las provincias de Teruel y Huesca, las más castigadas por el temporal que azota desde esta semana a Aragón, pero el descenso de temperaturas y las intensas heladas convirtieron la jornada en la más gélida del año, complicando el tráfico en una docena de carreteras de la red secundaria por la aparición de placas de hielo. No obstante, hoy volverá a nevar, aunque débilmente, y hará todavía más frío, sobre todo en Huesca, donde se mantiene activada ­­–hasta el viernes incluido­– la alerta por temperaturas, que pueden llegar a caer hasta los 10 grados bajo cero. En gran parte del resto de la Comunidad, las mínimas también oscilarán entre los -4 y los -6.

La mejor noticia que dejan las últimas nevadas es que las estaciones de esquí aragonesas abrirán el próximo fin de semana casi el 100% de sus pistas. De hecho, Candanchú y Astún prevén poner en funcionamiento los 50 kilómetros que tiene cada centro con espesores que superan en algunas zonas los dos metros. Mientras, Formigal-Panticosa ofrecerá 141 de sus 180 kilómetros y Cerler, 70 de sus 77 con unas condiciones "espectaculares", como destacaron ayer desde Aramón. En Teruel, tanto Valdelinares como Javalambre pondrán a disposición de sus clientes la totalidad de sus instalaciones, que suman casi 30 kilómetros. Así, Aragón contará este fin de semana con 340 kilómetros esquiables, el 88% de su superficie total.

Este miércoles, las temperaturas mínimas descendieron hasta los 8,4 grados bajo cero en Cedrillas (Teruel) y hasta los -7,8 en las localidades altoaragonesas de Biescas y Sabiñánigo. En esta última está activado desde el lunes el plan de vialidad invernal. Entre otras acciones, el servicio municipal de limpieza distribuye sacos de sal en puntos estratégicos "para poder echarla en el momento que hiela mucho y hay humedad", explicó el alcalde, Jesús Lasierra.

El jefe de Protección Civil de la Comarca del Alto Gállego, Oscar Aguarta, avisó de que si esta ola de frío perdura en el tiempo "tendremos problemas en los abastecimientos de agua en algún pueblo", porque se hielan las fuentes que los suministran.

Canfranc, por su parte, ha emitido un aviso por las bajas temperaturas con consejos para evitar que se hielen las tuberías de las casas como mantener la calefacción a una temperatura de 4 o 5 grados si no se va a estar, o dejar un hilo de agua en algún grifo.

El viento también sopló con fuerza y agudizó la sensación de frío en algunas localidades como Torla, donde se registraron rachas de 73 kilómetros por hora, en Jaca (72 km/h), Zaragoza (69) y en Mosqueruela y Benasque, con ráfagas de 68 km.

Caída controlada de aludes

El Gobierno de Aragón trabajó este miércoles en la zona del Balneario de Panticosa y del Hospital de Benasque para desencadenar avalanchas controladas ante el riesgo de aludes por la reciente acumulación de nieve. De 9.30 a 12.00 la carretera A-2606 de acceso al balneario estuvo cortada al tráfico debido a esta intervención. La misma labor se llevó a cabo entre las 14.30 y las 17.30 en la A-139, en el cruce de Cerler. Los responsables de ambos centros destacaron la importante labor de prevención que se desarrolla para evitar que estas vías queden inaccesibles durante varios días por la caída de aludes, como ha ocurrido otros inviernos.

En la provincia de Teruel, el tráfico en las carreteras a Burbáguena, Frías de Albarracín, Moscardón y Mezquita de Jarque permaneció interrumpido, y en algunas vías, como la que enlaza Monreal del Campo con Bueña y Argente, se llegaron a acumular hasta dos metros de nieve debido a la presencia de ventisqueros. En Camañas, los vecinos pudieron despejar dos de los tres accesos con sus propios tractores para facilitar el paso a los servicios de asistencia médica y de panadería.

Las placas de hielo complicaron, igualmente, el tránsito tanto en vehículos como a pie en la ciudad de Teruel. La Policía Local acordonó los perímetros de numerosos edificios de cuyos aleros prendían grandes carámbanos. Los bomberos retiraron con grúas durante toda la mañana los fragmentos de hielo que colgaban de los tejados en colegios y edificios públicos, y las brigadas repartieron sal a las comunidades de vecinos para colaborar en la limpieza de las aceras.

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