En casa de Domingo Claver y Emilia Puértolas se parte leña y se teje. El matrimonio –llevan casados más de medio siglo– vive en Alcalá del Obispo todo el año, después de una vida entera de ardua labor. Su hijo Carlos, actual concejal y antiguo alcalde, también tiene asiento en Alcalá, aunque su trabajo le obligue a muchas horas de carretera. Sus testimonios son una mezcla agridulce de recuerdos, que va de las alegrías arcanas a los elementos perdidos de la cotidianidad. "Aquí –cuenta Domingo– el agua llegó en el 63, antes dependíamos de la acequia para las cosas del diario. Había dos carnicerías, no hace tanto que cerró la última cuando se jubilaron los dueños; también tienda, panadería hasta que Pascua Sipán se retiró... y antes escuelas de niños y niñas, farmacia y fábrica de juguetes, esas dos cosas ya no las vi yo, pero siempre lo contaban nuestros padres. En invierno no llegamos a treinta en el pueblo, parecido en Fañanás y Pueyo, que son del municipio. Aquí también nos hemos quedado sin bar estos dos últimos años; hay un local social, pero no siempre está abierto".

El pueblo celebra hoy San Fabián y San Sebastián. "Antes –aclaran ambos– se hacía la gran hoguera el 19, ahora se ha pasado al 20. Es de las pocas tradiciones que se mantienen. En el pueblo, las fiestas se celebraban siempre con muchas ganas", recuerda Domingo, que tiene en un ala de su casa una colección bastante nutrida de aperos de labranza.

El aeropuerto

Aunque siempre se ha asociado al vecino término municipal de Monflorite por los pioneros de la aviación oscense, lo cierto es que la mayor parte de los terrenos del actual aeropuerto Huesca-Pirineos son de Alcalá. Los ingresos impositivos derivados de su existencia (aunque la actividad se circunscriba a la escuela de pilotos) suponen una importante entrada en las arcas municipales, en un entorno que vive tradicionalmente de la agricultura y la ganadería. Carlos Claver también recuerda la actividad en las otras entidades poblacionales del municipio, como Ola (representada en el consistorio por José Mari Otal) en la que hay un par de nuevos asientos de población, Fañanás (con una gestión independiente de recursos) y Pueyo.

Desde la altura de una colina, la iglesia de San Miguel ofrece una vista privilegiada del pueblo. Cerrada durante un largo periodo por reformas, es un edificio barroco construido en sillería. En la portada aparece la fecha de 1682 y sobre la entrada se abre un vano rectangular. La torre se construyó en 1785, cien años después de haber sido construida la iglesia. En las inmediaciones se ha habilitado una zona ajardinada con la colaboración de los vecinos; también existe en ese enclave una cueva a la que se le tiene mucho aprecio, y que se utiliza puntualmente para celebraciones sociales.

El molino fortificado de Fañanás

El municipio de Alcalá del Obispo, además de la población homónima que lo encabeza, está compuesto de las localidades de Ola, Pueyo de Fañanás y Fañanás. En esta última llama la atención su molino fortificado, edificación única en el entorno por sus especiales características; estuvo activo desde la Edad Media y hasta 1955. En tiempos remotos compaginó la actividad industrial con la defensiva. Está formado por tres de sillares de piedra. La sala molinera, cubierta por bóveda de cañón, está en la planta baja; cuenta con un ventanal enrejado y una puerta reconvertida en otro ventanal enrejado. La segunda y tercera planta del edificio eran usadas como vivienda y almacén de grano; al haber desaparecido la cubierta del edificio, están muy mal conservadas; también se perdió hace un lustro el arco de entrada. Por desgracia, sufrió un expolio considerable en 2006 en cuanto a la maquinaria, aunque se conserva el material pétreo casi completo, con la particularidad de que las piedras de moler están partidas

LOS IMPRESCINDIBLES

La seta de Josan Viñuales

El profesor alcalaíno encontró en octubre de 2015 una gigantesca seta bejín en los alrededores del pueblo, con un peso de veintidós kilos. Por si fuera poco, el educador también halló otros dos ejemplares de cinco y trece kilos.

El albergue de Pueyo

Pueyo de Fañanás tiene desde hace doce años un albergue de peregrinos, antiguo hospital medieval perfectamente acondicionado; por allí pasa el Camino de Santiago. Antonio Cerezo se encarga de atender a los visitantes.

Ajedrez escolar

En 2015 se celebró la primera edición del torneo escolar de ajedrez San Miguel, organizado por el Ayuntamiento y la Federación Aragonesa de Ajedrez. Puntuable para el Circuito Escolar, atrajo a los mejores jugadores regionales.

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