El primer secuestro aéreo en España fue en Zaragoza y a punta de pistola de plástico

El 7 de enero de 1970, un joven de 18 años amenazó a la tripulación del vuelo Madrid-Barcelona y se adueño del aparato.

Portada de Heraldo
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Hace ahora 48 años, un estudiante de 18 años intentó secuestrar un avión de Iberia que realizaba el servicio regular Madrid-Zaragoza. El joven, armado con una pistola de plástico, obligó a la tripulación de la aeronave Convair Metropolitan 440 a repostar en el aeropuerto de Zaragoza con la intención de dirigirlo hacia Marsella y Roma, camino de Tirana (Albania).

El despliegue de fuerzas para reducir al secuestrador logró que este depusiera su actitud y “a la una menos cuarto de la madrugada fue reducido y arrestado, pudiendo descender, sin daño, todos los pasajeros, cuarenta y uno en total, además de los cuatro miembros de la tripulación”, informaba HERALDO el 8 de enero de 1970.

El avión había aterrizado horas antes “sin novedad, en Zaragoza”. Pero instantes después se tuvo conocimiento de que alguien se había apoderado del aparato. La autoridad militar asumió el mando de la situación: “A la llegada del teniente Rute Villanova, el avión se disponía ya a despegar y había iniciado su marcha hacia la pista de despegue. El jefe de la Región Aérea ordenó entonces que fueran apagadas todas las luces de balizamiento”, según el relato de la noticia.

También fueron deshinchadas las ruedas del tren de aterrizaje y se bloqueó la pista colocando en ella varios vehículos para impedir el paso de la aeronave. Finalmente, subieron al avión un inspector de Policía y un capitán de la Guardia Civil, y al poco tiempo salieron de la aeronave con un joven delgado “con aspecto nervioso, un poco como alucinado”, según la crónica de HERALDO.

El muchacho dijo en un primer momento que se había tomado cuatro copas y que no sabía lo que hacía. Tras ser interrogado en dependencias del aeropuerto ser supo que se trataba de Mariano Ventura Rodríguez, un joven madrileño de 18 años de edad, estudiante de bachillerato e Informática.

Portaba una pistola de plástico con la que amenazó durante el intento de secuestro a la azafata, quien declaró después que “parecía una pistola de verdad. Llevaba también un largo cuchillo de punta redondeada. Nos dijo que nos fuéramos a Marsella. Y yo tuve que dirigirme a los pasajeros y decirles: ‘Señores, tendrán ustedes que dormir en Marsella, cosa que ninguno de ustedes podía figurarse antes. Pero no deben preocuparse, todos esperamos que Marsella les parezca una bonita ciudad’”.

El secuestrador habló después de ir a Roma y Tirana, y se refirió a presuntos problemas políticos y familiares. Afortunadamente, todo quedó en un susto y ninguno de los pasajeros sufrió daños.

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