En pleno invierno, las altas temperaturas que tienen que soportar algunos escolares en los colegios aragoneses son noticia. El Justicia de Aragón acaba de hacer público un dictamen en el que solicita a la DGA que evalúe la situación del aulario de infantil del CRA (Centro Rural Agrupado) María Moliner de El Burgo de Ebro y determine las mejoras que es necesario llevar a cabo para que los niños de 3 y 4 años no tengan que sufrir temperaturas de hasta 32º, como ocurrió a finales del curso pasado.

Desde su construcción este edificio concentra mucho calor en pasillos y aulas a causa de sus grandes cristaleras. Para solucionar estos defectos estructurales, el Ayuntamiento colocó vinilos y cortinas, instaló una barrera de árboles y puertas hemibatientes que no solucionaron el problema. El año pasado se instaló un aparato de aire que también resultó insuficiente. Por ello, esta institución insta al Departamento de Educación y al Ayuntamiento del municipio a arbitrar los medios necesarios para ejecutar los trabajos de mejora que les correspondan.

Además, el Justicia considera prioritario que se elabore un protocolo de actuación que establezca unas pautas comunes para todos los centros docentes aragoneses a fin de evitar este tipo de situaciones. Reconoce que aunque en las últimas semanas de junio y las primeras de septiembre se implanta la jornada continua en algunos colegios, evitando así las primeras horas de la tarde, las olas de calor provocan temperaturas extremas.

Desde Educación de la DGA recordaron que el Departamento ya anunció que se está trabajando en un protocolo para paliar las altas temperaturas en algunos centros de la Comunidad. Añadieron que la inspección educativa y las unidades de servicios técnicos están analizando la situación para elaborar las medidas oportunas para cada caso.