Un enfado por la anulación de una cita podría costarles hasta 8 años de cárcel

El fiscal acusa a tres personas de retener durante varias horas a una menor, robarle el móvil y amenazarla de muerte.

Declaración de los acusados ante el tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia de Zaragoza.
Declaración de los acusados ante el tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia de Zaragoza.
Heraldo

Una reacción desproporcionada a un incidente banal podría costar a tres personas ocho años y tres meses de prisión y 600 euros de multa. Esa es la petición de condena que el fiscal hace para Gloria H., su marido, Daniel G., y su suegro, Domingo G. por un delito de detención ilegal, otro de pertenencia a grupo criminal, otro de amenazas y un delito leve de maltrato.

Estas graves acusaciones son producto de la denuncia que en septiembre de 2015 hizo la madre de una menor de edad después de que esta le contara que su amiga Gloria se había enfadado por no haber querido irse con ella, su marido y su suegro a dar una vuelta por ahí, tal y como habían concertado previamente. Molesta con el cambio de opinión, explicó que la habían metido por la fuerza en el coche, la habían llevado a la estación de Delicias y al parquin de la Expo y, tras retenerla durante unas horas, darle unas bofetadas y quitarle el bolso y el móvil, la habían dejado de nuevo en El Gancho.

Los tres acusados negaron este lunes  los hechos durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial y declararon que, si bien era cierto que habían quedado con la joven y pasaron a recogerla al punto de la cita, al decirles esta que había decidido no ir con ellos se marcharon sin más problema.

"Nos dijo que había quedado con su novio y nos fuimos", respondió Gloria H. a las preguntas del fiscal. Negó que agarrara a la menor del pelo a través de la ventanilla del coche y que la obligara a montarse por la fuerza, así como que la abofeteara, la amenazara de muerte y le quitara el bolso, el teléfono móvil y un pendrive.

Daniel G. y Domingo G. declararon en el mismo sentido. "No sé a dónde quiere llegar con todo esto. Habíamos quedado con ella, pero no quiso venir y con las mismas nos fuimos", dijo el primero. "No llegó a subir al coche", dijo el segundo. Por su parte, la joven, ahora ya mayor de edad, estuvo bastante dubitativa a la hora de testificar y el presidente del tribunal, Rubén Blasco, le recordó la obligación que tenía de decir la verdad. Titubeante y con monosílabos, ratificó que Gloria H. la cogió del pelo para obligarle a montar en el coche, pero matizó que tampoco tuvo que hacer "mucha fuerza" para lograrlo. Negó que la amenazara de muerte y que aunque le cogió el móvil, luego se lo devolvió.

"Habíamos quedado en las inmediaciones del Mercado Central para vernos. Pero cuando llegaron los tres en el coche, le dije que no iba, que había quedado con mi pareja. A ella le molestó que hubiera cambiado de opinión", explicó. Manifestó que denunció lo ocurrido 24 horas después porque su madre se lo dijo así. "Mi madre tiene no sé qué cuentas pendientes con los acusados y me dijo que tenía que denunciar", expuso. Confirmó que le habían dejado después en su casa, en la calle de Las Armas, y que realmente no recordaba ya muy bien cómo había sucedido. La defensa de los acusados pide su absolución.

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