Gimeno prevé una recaudación de 170 millones de euros por el Impuesto Sucesiones

El consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, prevé que la recaudación por el Impuesto de Sucesiones supere los 170 millones de euros en 2017, una cifra similar a la registrada en 2014, antes de la reforma fiscal del anterior Ejecutivo del Partido Popular (PP).

Así lo ha indicado Gimeno a los medios de comunicación, antes de participar en un acto abierto a la ciudadanía ante el debate generado por el Impuesto de Sucesiones en Aragón, que se ha celebrado en la sede del PSOE en Zaragoza.

La asociación 'Aragón Stop Sucesiones' ha entregado 100.000 firmas al Defensor del Pueblo, Francisco Fernández, contra este tributo, y en las Cortes de Aragón se han debatido también varias iniciativas en este sentido presentadas por los partidos de la oposición.

"Hay muchos mitos" sobre el Impuesto de Sucesiones, ha señalado Gimeno, quien ha apuntado que a falta de un mes para que acabe el año se van conociendo las consecuencias y las cifras de la reforma fiscal realizada por el Gobierno de Aragón en 2016 con un objetivo: "financiar el gasto de los servicios públicos que estaban deteriorados".

Sobre estos datos, Gimeno ha indicado que en los tres primeros trimestres del año el Gobierno autonómico ha ingresado 146 millones de euros de derechos reconocidos procedentes de 43.000 autoliquidaciones efectuadas.

De estos 43.000 expedientes, 35.000 han estado exentos de pago, lo que supone que el 83 por ciento no ha pagado por este impuesto, mientras que 7.300, es decir el 17 por ciento restante, sí lo ha hecho, ha subrayado.

Además, ha comentado que "sólo un grupo reducido" de 1.797 personas corresponden a los grupos 1 y 2, es decir a los casos de parentesco más directos, como son cónyuges, padres o hijos que reciben una herencia.

Sin embargo, "existe una sensación en la opinión pública de que paga todo el mundo, cuando la mayor parte no paga porque no tienen patrimonio para ello, esta es una realidad desconocida", ha subrayado.

Con esto, Gimeno prevé una recaudación a final de año superior a los 170 millones de euros sin contar las herencias anteriores a la reforma fiscal del 2016, una cifra que vuelve a los niveles del año 2014, ha dicho.

No obstante, Gimeno se ha mostrado partidario de "simplificar" y "reformar" este tipo impositivo para "resolver" algunos problemas, pero ha insistido en que esta reforma debe efectuarse junto al resto de Comunidades Autónomas, para lograr esa "armonización fiscal" en el conjunto del país.

"Hay que resolver el problema que existe cuando algunos afectados se encuentran que no tienen liquidez para afrontar el impuesto", ha ahondado.

En este sentido, ha considerado necesario replantear los niveles de exención de todas las Comunidades y simplificar los coeficientes multiplicadores del mismo, porque, a su juicio, tampoco parece "razonable" la cantidad a pagar, cuando el parentesco no es muy directo. "Pero lo tiene que regular el Estado", ha hecho hincapié.

No obstante, ha señalado que, aunque estas situaciones puntuales se deben resolver junto al resto de Comunidades Autónomas, ha apuntado que el impuesto de Sucesiones es un tributo "progresivo", que en ningún caso perjudica a la actividad económica.

Por último, Gimeno ha manifestado una vez más que no es partidario de bajar los impuestos, aunque sí que se ha mostrado abierto a debatir sobre todos los tributos en su conjunto.

Ha insistido en que con el dinero recaudado de los mismos se financian el estado del bienestar y los servicios públicos, como la sanidad, con la que los ciudadanos están altamente satisfechos.

"Eso cuesta mucho dinero", ha comentado Gimeno, quien ha puntualizado que el de sucesiones "no llega ni para pagar la farmacia medio año".