El presidente de Aragón, Javier Lambán, inició ayer el debate sobre el estado de la Comunidad con una declaración de principios, un balance de la gestión "de la izquierda" y medidas de futuro en los ámbitos social, educativo, innovación, empleo o despoblación, entre otros, condicionados, aunque no lo explicitara ni entrara en asuntos de partido, a lo que suceda en las primarias para la secretaría general del PSOE-Aragón que tendrán lugar el 8 de octubre.

Es decir, tanto los avances como las propuestas para el resto de la legislatura dependerá de la capacidad para pactar los presupuestos de 2018, sobre los que ya anunció que propondrá un techo de gasto con incremento del 3,9% sobre los de este año (son 200 millones más). Y es evidente, aunque eludió cualquier referencia, que no es lo mismo negociar con sus socios de gobierno y parlamentarios siendo secretario general que habiendo perdido las primarias. Además, de la posibilidad, que él mismo anunció, de convocar elecciones anticipadas si los militantes socialistas no le revalidan como líder del partido.

La intervención del presidente autonómico, que duró unos 72 minutos, fue una puesta en valor del Ejecutivo PSOE-CHA y de los acuerdos sociales y presupuestarios con Podemos e IU en 2016 y 2017. "Los resultados de mayo de 2015 dejaron claro que la suma de la izquierda era la única combinación posible... Una fórmula sustancialmente distinta a la tradicional, que requiere de pautas y rituales políticos nuevos, a los que todavía –lo reconozco– no nos hemos acostumbrado del todo".

Un mensaje evidente para los afiliados del PSOE-Aragón, porque esa alianza a cuatro, dijo, "desde esta especie de estabilidad inestable –también podemos llamarla así–, el Gobierno ha sido capaz de ir cumpliendo a buen ritmo los pactos de investidura suscritos con las fuerzas políticas de la izquierda. Desde esta particular estabilidad, hemos aprobado dos presupuestos y 23 proyectos de ley frente a los 15 del mismo periodo en la anterior legislatura en la que PP y PAR tenían mayoría".

A partir de este momento, Lambán comenzó a enumerar los logros desde su investidura en julio de 2015 en todos los campos. Lo hizo con cierta minuciosidad y amplitud. No se dejó casi nada en dependencia, servicios sociales, sanidad, educación, universidad, investigación, innovación, empleo, diálogo social, medio ambiente, regadíos, cooperación municipal y provincial, la Ley de Capitalidad con Zaragoza, turismo, cultura, logística, comunicaciones, pacto por la Ciencia, legislación, la reapertura del Canfranc, la vertebración del territorio o el desarrollo de la industria agroalimentaria (leer el discurso completo en heraldo.es). Fueron más de 45 minutos dedicados al balance de PSOE-CHA en el ecuador de la legislatura.

Los otros 25 minutos de su intervención estuvieron destinados para lanzar propuestas relevantes en empleo juvenil, infraestructuras educativas y sanitarias, dependencia, universidad, reforma de la administración, economía del conocimiento y lucha contra la despoblación.

El presidente Lambán puso punto final a su intervención apelando al diálogo, a la defensa de la igualdad y la libertad, al reparto de la riqueza, a la lucha contra la pobreza y a reclamar lealtad recíproca al Gobierno de España, al que por cierto ofreció "todo el apoyo frente al desafío secesionista de Cataluña".