El autobús aragonés de Los Simpson vuela a Asturias

Se verá las caras con una vaca voladora, un alfombra mágica o un platillo volante en el 'Día de las Alas de Red Bull', que tendrá lugar este domingo.

El equipo creador y su Otto Bus
El equipo creador y su Otto Bus

¿Se imaginan ver un autobús volador? ¿Y si se trata del mismísimo autobús de Los Simpson? Quienes asistan este domingo, 3 de septiembre, a la celebración del ‘Día de las Alas de Red Bull’, que tendrá lugar en el puerto de Gijón, tendrán la oportunidad de comprobarlo con sus propios ojos durante la famosa competición de artefactos voladores.

El objetivo de la prueba, que tuvo lugar por primera vez en Viena (Austria) en 1992, es diseñar, construir y pilotar un artefacto volador que tendrá que despegar desde una rampa a 6 metros de altura y lograr mantenerse en el aire el mayor tiempo posible, antes de caer al agua.

Un total de 27 equipos competirán por convertirse en los creadores del artilugio vencedor de esta edición, entre los que se encuentra el formado por cinco zaragozanos: Teresa Gurrea -encargada de pilotar el ‘Otto Bus’, en honor al personaje de Los Simpson- y Marta Gabelas, Mario Escolano, Javier Martínez y Nacho González, los tripulantes. Todos ellos son estudiantes de edades comprendidas entre los 21 y los 24 años.

“Somos monitores de un grupo Scout y nos conocemos desde los 6 años. Fueron Teresa y Mario quienes vieron un anuncio de la competición en España en mayo, y decidimos presentar un proyecto”, recuerda Martínez. El joven asegura que se trata de un grupo con muchas cosas en común, como la creatividad y su gusto por las aventuras, pero también muy interdisciplinar. “Yo estudio Medicina y en el grupo estamos una diseñadora, una ingeniera, un fisioterapeuta y un estudiante de CCAFD (Ciencias del Deporte), un poco de todo”, afirma.

Así fue como se decidieron por el tema de la conocida serie de los personajes amarillos, y, dentro de ella, por el vehículo más grande posible. “Elegimos el autobús de Otto por sus dimensiones, queríamos llamar la atención”, asegura Martínez. Y, de momento, parecen haberlo conseguido pues su artefacto mide 4,5 metros de largo, 2.5 de ancho y 2 de alto. “Casi el máximo permitido”, indica el participante.

La construcción empezó el 16 de julio en una nave de San Gregorio de la capital aragonesa cedida por el grupo scout al que pertenecen los cinco jóvenes. Además de permanecer durante jornadas maratonianas en su interior, aseguran que han contado con el apoyo incondicional de familiares y amigos a la hora de encontrar los materiales que forman el armazón de su autobús volador, así como con la ayuda de un patrocinador, la empresa de vehículos y remolques zaragozana Schmitz Cargobull, que les ha donado 700 euros.

“Con eso casi hemos sufragado todos los costes de fabricación, el resto son ruedas de bicicletas nuestras, madera de otros objetos y cartón pluma de carteles publicitarios reciclados”, asegura Martínez. De no ser por la cantidad de apoyos recibidos, Martínez asegura que habría sido imposible. “Somos un equipo de estudiantes sin ingresos, y al final se ha ido bastante dinero. Tan solo transportar el ‘Otto Bus’ nos ha costado 250 euros”, explica.

Por su fuera poco, en su parte superior llevará un ala delta de fabricación propia y con el que tratarán de ganar la competición. “La idea es que al llegar al final de la rampa, el autobús caerá al mar y el ala delta seguirá volando unos metros. El problema es que no se puede probar antes o nos quedamos sin autobús, tendremos que esperar al día de la competición”, afirma el joven.

Lejos de lo que puede parecer a simple vista, el vuelo no es lo único que importa ya que el ganador se elegirá a partir de tres parámetros: distancia de vuelo, creatividad del artefacto y puesta en escena. Y en esto los maños ‘pilotan’ lo suyo. “Otra de las pruebas consiste en la puesta en escena previa al salto, tenemos que disfrazarnos y preparar un número previo”, añade el portavoz.

Entre sus competidores, se encuentran un platillo volante, una vaca voladora, una alfombra mágica o una plaza de toros. Y, a pesar de que se trata de una prueba, aseguran que hay muy buen ambiente entre los participantes. “A través de las redes nos mandamos mensajes de ánimo y hay muy buen rollo en general y ganas de conocer a la gente en persona”, advierte.

Un viaje a la cuna de los artefactos voladores

El equipo ganador podrá viajar a Indianápolis, capital del estado estadounidense de Indiana (Estados Unidos), con todos los gastos pagados y visitar la cita mundial del ‘Día de las Alas’ en la que se enfrentan los mejores artefactos del mundo. “También te ofrecen la opción de canjearlo por 4.000 euros, pero nosotros elegiríamos el viaje”, explica Martínez. Sin embargo, asegura que llegar hasta Gijón ya es “todo un premio”: “Es una experiencia muy bonita y aunque el autobús tenga un final trágico tampoco habríamos tenido un lugar donde guardarlo”, bromea.

De forma paralela los participantes protagonizan otra competición a través de las redes sociales y de la web de la cita. “El equipo que logre más votos recibirá un premio sorpresa que no se desvela hasta el día 3 de septiembre”, concluye Martínez.

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