Muere una niña de 8 años tras sufrir una brutal paliza en Sabiñánigo

El supuesto agresor, que vive con su madre y la víctima, dijo a los médicos que la chica se había caído por las escaleras.

Un agente de la científica se prepara para entrar. La Guardia Civil pasó toda la tarde de ayer en el piso donde se produjo el suceso
Un agente de la científica se prepara para entrar. La Guardia Civil pasó toda la tarde de ayer en el piso donde se produjo el suceso
Laura Zamboraín

Una niña de ocho años falleció este viernes por la tarde en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza como consecuencia de la brutal paliza recibida el jueves por la tarde en su domicilio de Sabiñánigo. Según ha podido saber HERALDO, la Guardia Civil ha detenido ya como presunto homicida a Iván P. P., de unos 30 años y tío de la menor. El hombre trabaja como vigilante de seguridad y vivía con su madre y la víctima en un edificio de reciente construcción del barrio Puente de Sardas. De hecho, parece que fue la abuela materna, de 56 años, la que se hizo cargo de la pequeña cuando sus padres se marcharon de Sabiñánigo hace algún tiempo. La mujer podría tener también la custodia de algún hermano pequeño de la fallecida, pero este dato no está confirmado.

De la investigación de este trágico suceso se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número 1 de Jaca, que ha decretado el secreto de las actuaciones . En cualquier caso, fuentes próximas al caso han confirmado que la alerta saltó el jueves después de comer, sobre las cuatro, cuando el ahora detenido llamó a emergencias diciendo que su sobrina estaba muy grave. Los médicos del centro de Salud de Sabiñánigo se presentaron enseguida en el domicilio y vieron que la niña presentaba numerosas magulladuras y traumatismos por todo el cuerpo. Pero el golpe más grave lo tenía localizado en la cabeza.

Al preguntar los médicos al hombre qué había sucedido, este les contó que la chica se había caído por las escaleras. Sin embargo, parece que, dada la entidad de las lesiones, aquella explicación no terminó de convencer a los sanitarios, que activaron el protocolo por posibles malos tratos.

El preocupante estado de la menor obligó a los médicos de Sabiñánigo a solicitar su traslado urgente al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde llegó en situación crítica. Nada más verla, los especialistas fueron conscientes de que las gravísimas lesiones que tenía en la cabeza podían provocar un fatal desenlace en cualquier momento. Y pese a que han hecho todo lo posible por mantenerla con vida, sobre las 20.45 de este viernes los médicos certificaron su fallecimiento.

Como existían fundadas sospechas de que la menor podía haber sido víctima de una brutal agresión, los facultativos del Servet dieron también aviso a las autoridades judiciales de la capital aragonesa. De hecho, parece que los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) estuvieron viendo a la paciente el jueves por la noche. Ahora, serán también ellos quienes le practiquen la autopsia para determinar si efectivamente se trata de una muerte de etiología violenta.

Indicios de lesiones anteriores

La Guardia Civil estuvo toda la noche del jueves al viernes aguardando noticias del hospital para asegurarse de que los indicios apuntaban a un caso de malos tratos. En cuanto esta posibilidad cobró fuerza, los agentes procedieron al arresto de Iván P. P. como presunto agresor. Según ha podido saber HERALDO, parece que los especialistas vieron que el cuerpo de la víctima no solo presentaba lesiones recientes, sino también antiguas. Por ello, habrá que esperar a conocer las conclusiones de la necropsia y los informes forenses para saber si la pequeña podría haber estado sufriendo malos tratos continuados.

El sospechoso lleva muchos años viviendo en la capital de la comarca del Alto Gállego, pero sus orígenes son gallegos. De hecho, aunque él nació en Lugo, su padre era guardia civil y al ser destinado al cuartel de Sabiñánigo arrastró a toda su familia con él. Al parecer, Iván P. P. es bastante conocido por los cuerpos de seguridad de la ciudad oscense, ya que durante su juventud ha sido investigado por diferentes delitos contra la propiedad. En cualquier caso, no tiene antecedentes por hechos violentos y lleva por lo menos siete años trabajando en el campo de la seguridad privada.

El servicio de Menores de la DGA está al corriente de lo sucedido desde que tuvo conocimiento del suceso. Aunque en un principio este periódico señaló que Menores hacía un seguimiento del caso previo a la paliza recibida por la niña, este extremo ha quedado descartado.

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