La Universidad crea un grupo de trabajo para consensuar el recorte de sus departamentos

La Universidad de Zaragoza no ceja en su empeño de reducir su actual estructura departamental, pero ha tenido que responder a la demanda de sus docentes y acaba de presentar una segunda fase de este plan, que incluye un grupo de trabajo con representación de toda la comunidad universitaria. El pasado mes de enero, presentó un borrador que causó mucha controversia, ya que muchos jefes de departamento calificaron el proyecto de prematuro y carente de una reorganización jurídica que lo apoyara.

El Gobierno de la institución quería pasar de 56 (más una unidad departamental de Arquitectura) a 21, una cifra que algunos docentes consideraron exagerada. Así, 45 de los 57 responsables de estas macroáreas universitarias firmaron un escrito pidiendo al rectorado la retirada de esta propuesta, que tacharon de "poco rigurosa". Aunque no se oponían al cambio ni al recorte, exigían un borrador distinto y más diálogo.

A pesar de la polémica, la Universidad no ha retirado este documento y, de hecho, sigue vigente a la espera de lo que se decida. "Nos da igual que queden 27 o 32 departamentos, lo que no queremos es que sean 65. Entendemos que cada centro tiene sus peculiaridades, y escucharemos todas, pero en estas estructuras tan grandes no puede haber agravios comparativos", declara el vicerrector de Prospectiva, Sostenibilidad e Infraestructura, Francisco Serón.

Sin prisa, pero sin pausa

Con esta idea en mente, esta misma semana se inició la segunda fase del ambicioso objetivo, constituyendo un grupo de trabajo para que aporte sus ideas y decida de cuánto constará finalmente el recorte de estos organismos. Ahora, el asunto lo abordará un equipo en el que se integran cinco directores de centro, cinco jefes de departamento, otros tantos profesores, además de un representante de los institutos de investigación, otro de Huesca, otro de Teruel, otro de estudiantes y dos del personal de administración y servicios. A ellos se les suman tres asesores extra.

La Universidad de Zaragoza escuchará todos los puntos de vista, pero considera la reducción de departamentos "irrenunciable". Y, aunque no pone una fecha final para reorganizar su estructura, no va a dejar pasar el tiempo y quiere convocar una reunión mensual con este fin. "Esta estructura tiene 30 años, un tiempo en el que el mundo ha cambiado mucho. Las estructuras de las empresas y de la Administración se han transformado. Y nosotros nos hemos quedado obsoletos", opina Serón.

De momento, a los asistentes al encuentro del pasado lunes, 5 de junio, se les ha convocado de nuevo a finales de mes, para que les dé tiempo de examinar la documentación que se les ha entregado. Entre ella, una nueva justificación de la necesidad de concretar una bajada de departamentos y anexos con cifras, datos sobre legislación y una propuesta de reorganización del personal de administración y servicios.

"Ineficacia de la gestión"

Dentro de los motivos que dan estos dosieres, se especifica que mantener la forma actual de la Universidad fomenta duplicidades y "una cierta ineficacia en la gestión".

Además, se aportan también razones monetarias. "La situación económica no permite esta adaptación con la mera superposición de estructuras", apoya el texto, que repite que otros centros universitarios (Barcelona, La Laguna, Oviedo, Alcalá, País Vasco o la pública de Navarra, entre otros) ya han emprendido una reducción de sus departamentos.

"El rector lo ha dicho: lo estamos haciendo por muchos motivos, pero el principal es tratar de equilibrar la situación. Porque si el mayor departamento tiene 160 personas y el más pequeño 17, esto está completamente desequilibrado", defiende el vicerrector de Prospectiva.