“La vida, vívela. Después, dónala”

Las asociaciones aragonesas de trasplantados saldrán a la calle este miércoles con motivo del Día Nacional del Donante.

"Nos han dado una segunda vida"
"Nos han dado una segunda vida"

Con una media de donaciones “muy por encima de la española”, Aragón está considerada como una comunidad “pionera en trasplantes”, tal y como apunta José Ignacio Sánchez Miret, médico y coordinador de Trasplantes de Aragón.  Prueba de ello son los 33 trasplantes renales, 13 de hígado y uno de corazón realizados en nuestras comunidad en los primeros cinco meses de 2017. “A estas cifras hay que sumar 29 órganos que se han repartido a otras comunidades”, dice Sánchez Miret.

“Se ha incrementado un 29% el número de donantes, en relación a otros cursos”, señala el doctor. Y es que, aunque hay personas que donan en vida, la mayoría de los órganos procede de fallecidos. “Una novedad importante es que en Aragón ya es posible que los órganos de quienes mueren por paradas cardíacas se puedan donar si así lo decide la familia”, apunta Sánchez Miret.

Calidad de vida tras el trasplante

Tras la intervención “se puede llevar una vida normal, con controles y medicación”, aclara Sánchez Miret, quien asegura que  “la vida de los órganos trasplantados depende del organismo de cada afectado”.

Así, según apuntan los especialistas, el riñón de un fallecido puede tener un desarrollo de entre ocho y diez años.  En cambio, si es de una persona viva, asciende a 40 años. De esta manera, puede darse el caso de que un afectado tenga dos o tres intervenciones a lo largo de su vida”, afirma el coordinador de Trasplantes Aragón. “En el caso del hígado, por ejemplo, eran usuales hasta dos retrasplantes. Sin embargo, gracias con los avances médicos se ha reducido a uno”, indica Sánchez Miret.

Una segunda oportunidad

José Luis Maury padecía una enfermedad hereditaria y aunque su apariencia era de una persona sana, necesitaba un trasplante de intestino. “Lo más difícil fue tomar la decisión. Me dijeron que había un año de tiempo. Se podía organizar el trámite o esperar y acabar en la misma situación que mi hermana Miriam, primera trasplantada de intestino de España”, cuenta el zaragozano José Luis Maury.  “Ese momento, en el que te avisan, llega cuando menos te lo esperas. A mí me avisaron, ya hace 12 años, mientras tomaba unas cañas con mis amigos en la plaza San Miguel de Zaragoza. Me fui a Madrid y pocas horas después entraba al quirófano", recuerda Maury.

Él es uno de los tres aragoneses que participarán en los XXI Juegos Mundiales de Deportistas Trasplantados, que este año se celebran por primera vez en España.

El deportista, que competirá en varias categorías de deportes de raqueta, indica que uno de los objetivos de estos juegos es “concienciar a la sociedad de que hay que seguir donando”. Para él, su trasplante fue “una segunda oportunidad de vida”.

Misma sensación para Olga Aranda y Teresa Comín, trasplantadas de hígado, y de riñón e hígado, respectivamente. “La palabra que siente es agradecimiento”. “Sin una generosidad tan grande a esta horas no estaría aquí”, reconoce Aranda. “La vida, vívela, después dónala”, apunta, sonriendo a la vida, Teresa Comín.

Y es que, aunque las cifras sean buenas, los donantes siguen siendo necesarios, porque desgraciadamente hay personas que viven esperando una llamada que les cambie la vida.

Hoy es el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, que se celebra en España el primer miércoles de junio.

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