Las empresas aragonesas se rifan a los informáticos, que rozan el pleno empleo

Comenzar una carrera universitaria sabiendo que incluso antes de acabarla ya tienes un contrato laboral garantizado. Es el privilegio de los estudiantes de las titulaciones con un perfil tecnológico, sobre todo en especialidades como ingeniería informática, electrónica o telecomunicaciones. Las empresas aragonesas se pelean por encontrar este tipo de profesionales, que alcanzan tasas de paro cercanas al cero, lo que incluso les obliga a 'ficharlos' en cursos como segundo o tercero.

Sin embargo, los jóvenes parecen no ver las ventajas, y el interés por este tipo de carreras, a pesar de que la sociedad y el mercado laboral cada vez dependen más de las tecnologías, no termina de arrancar. De las 6.015 plazas que ofertará la Universidad de Zaragoza (UZ) para el próximo curso académico, menos de 400 se adaptan a este perfil. Y aunque en la capital aragonesa la nota de corte del año pasado (8,9) habla de aulas llenas, en Teruel quedan asientos vacíos.

Como explica Fernando Tricas, vicerrector de Tecnologías de la Información y Comunicación de la UZ, “son perfiles muy demandados, hasta tal punto que algunos encuentran trabajo y no terminan la carrera”, algo que a su juicio responde a la voracidad del mercado laboral en este puestos, pero que “a la larga puede ser problemático para estos profesionales”.

En cualquier caso, insiste en que “no se llega a cubrir la demanda” y lamenta un “importante déficit de mujeres”, a las que “hay que atraer”. Tricas culpa a “una falsa mitología que habla de trabajos oscuros, aburridos, difíciles y mal pagados, cuando es todo lo contrario”. Además, recuerda la “labor que prestan a una sociedad cada vez más tecnológica” y el gran abanico de salidas profesionales que encuentran.

En el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información (OASI) tienen clara esta tendencia. En un reciente informe publicado por este organismo detectaron hasta 40 nuevas profesiones vinculadas a las TIC, uno de los sectores que más crecerá en los próximos 20 años en términos de empleo, en torno al 37%, lo que se traducirá en 100.000 puestos de trabajo.

De hecho, señalaba que en la actualidad la demanda de profesionales es un 33% superior a la oferta, una brecha que de no poner remedio seguirá aumentando. Bien lo saben en Endalia, ubicada en el World Trade Center Zaragoza, donde rastrean a diario el mercado laboral en busca de este tipo de profesionales. Esta empresa especializada en consultoría de recursos humanos y desarrollo de software no ha dejado de crecer desde su fundación, y buena parte de su plantilla la componen ingenieros informáticos. “Son profesionales cualificados y muy valorados, que desempeñan funciones que aportan valor añadido, transformando procesos y modelos de información complejos en algo sencillo. Crecen y se desarrollan profesionalmente con nosotros, adquiriendo conocimientos del negocio de forma relevante. Cada vez nos cuesta más esfuerzo encontrar este tipo de perfiles”, señala Fernando Cortés, CEO de Endalia.

Tanto es así que las ofertas de trabajo se materializan cuando el futuro trabajador todavía está en cursos iniciales de su carrera. “Al acabar la titulación ya tienen el futuro resuelto”, reconocen. Según la Encuesta de Inserción Laboral que ofrece el INE, el porcentaje de parados entre los ingenieros en Automática y Electrónica Industrial es cero a los cuatro años de acabar la carrera; los informáticos sin empleo apenas alcanzan el 3,6%; y los de Telecomunicación se quedan por debajo del 5%. Cifras que contrastan con el 40% de parados que arrojan algunas filologías, el 37% en licenciaturas como Bellas Artes o el 34% de los historiadores.

El vicerrector Tricas señala que la Universidad de Zaragoza lleva a cabo campañas para atraer a los jóvenes a las ramas tecnológicas, con charlas en los institutos y acuerdos con empresas, pero reconoce que “es difícil luchar contra los prejuicios”. En este sentido, señala que ampliar el número de plazas en el campus de la capital aragonesa “sería una posibilidad”, pero teniendo en cuenta la limitación de recursos y personal de la institución académica.

Aragón, sin colegio oficial

Desde la Asociación de Ingenieros en Informática de Aragón (AI2 Aragón) coinciden en que “los perfiles tecnológicos son cada vez más demandados, y seguirá esa tendencia por la propia dependencia del mundo en que vivimos, cada vez más conectados y con la necesidad de la información aquí y ahora”, en palabras de su presidente, Ricardo Rodríguez.

En cualquier caso, recuerda que la situación de este colectivo no es la ideal, con algunos puestos mal retribuidos y, sobre todo, porque Aragón es la única comunidad autónoma que no cuenta con un colegio profesional de ingenieros informáticos. “Actualmente estamos recogiendo firmas para solicitar su creación, por lo que me gustaría animar a cualquier titulado que visite nuestra web para enviarnos su apoyo”, comenta Rodríguez.

Previsiblemente, este proceso previo culminará con la entrega de la documentación necesaria en el Gobierno de Aragón “a lo largo de este mes de junio o julio, a más tardar”.