La DGA recauda en 3 meses el 41% de los 140 millones previstos por Sucesiones para 2017

Los derechos reconocidos superan con creces al resto de impuestos que gestiona el Ejecutivo autonómico. Los ingresos no financieros ascienden a 914 millones, una quinta parte del total.

La recaudación por el impuesto de Sucesiones se ha disparado en Aragón en el primer trimestre del año. La subida fiscal aplicada por el Ejecutivo de Javier Lambán ha provocado que solo en el primer trimestre del año se hayan reconocido derechos de cobro por el 41% de los ingresos previstos para todo 2017, estimados en 140 millones de euros tras un nuevo ajuste al alza por parte de la coalición PSOE-CHA. Es decir, las arcas autonómicas giraron recibos por un importe de más de 57,1 millones entre los meses de enero y marzo, lo que representa, además, casi la mitad del dinero previsto en 2016.

La evolución de este tributo no tiene parangón con el resto de impuestos directos ni tampoco con los indirectos que gestiona la hacienda autonómica, salvo la segregación de las Donaciones del mismo impuesto que grava la cesión de bienes por fallecimiento o entre vivos. En este último caso, la consejería de Hacienda ha previsto percibir en todo el año hasta dos millones de euros, pero en el primer trimestre ya se han generado derechos por 1,4 millones. Esta cantidad representa casi tres cuartas partes del total, lo que evidencia que las previsiones se están superando con creces.

Los datos constan en la contabilidad oficial de la ejecución de ingresos, que constata que el cómputo global de los ingresos no financieros asciende a 914 millones, una cifra que está sensiblemente por debajo de las previsiones: supone una quinta parte del total previsto para todo el ejercicio, aunque la desviación no preocupa en la Administración.

Otro de los principales impuestos cedidos a la Comunidad, el de Transmisiones Patrimoniales Onerosas, se comporta algo mejor que la media del cómputo de ingresos, ya que los derechos reconocidos representan el 22,2% del total previsto para 2017. Esto se traduce en 26,7 de los 120 millones. El comportamiento es mejor porque el Gobierno de Aragón optó por reducir sus previsiones tras el batacazo recaudatorio del año pasado, cuando solo giró recibos por 101 de los 136,9 millones presupuestados.

La presión fiscal aún es mayor si se tiene en cuenta que la coalición PSOE-CHA ya subió el año pasado con el apoyo de Podemos e IU la parte autonómica de todos los impuestos estatales sobre los que la DGA tiene competencia: IRPF, Sucesiones, Patrimonio, Donaciones, Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados. De hecho, el Ministerio de Hacienda dio a conocer que Aragón era la única comunidad en la que aumentó en 2016 la recaudación de los impuestos estatales sobre los que tiene capacidad de decisión.

Una de las principales contribuciones fue el impuesto de Sucesiones, sobre el que el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, repite hasta la saciedad que están exentos el 90% de los aragoneses.

Un récord detrás de otro

La realidad es que tras minorar la reducción vigente sobre la base imponible y las posibilidades de bonificación sobre la cuota se dispararon los derechos reconocidos en un 9,7% respecto a 2015, la segunda mayor subida del país. Mientras, el resto de las autonomías siguieron el camino contrario y los bajaron un 2,1%.

De hecho, se han llegado a superar las propias expectativas del Gobierno de Lambán. Si por Sucesiones pretendía recaudar 123 millones, tal y como recogían los presupuestos de 2017, la liquidación definitiva eleva los derechos reconocidos en veinte millones más.

Si se proyectan los datos de este año al cierre del ejercicio, con el mismo comportamiento recaudatorio del primer trimestre, se podría batir un récord y superar los 228 millones.

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