Soy de Aragón
Así comenzaba una canción, que albaba las tierras y las gentes de Aragón. Yo la ampliaría un poco más y nombraría el maravilloso y exquisito aceite del Bajo Aragón, las patatas de Cella, la trufa de Sarrión, el jamón de Teruel, la longaniza de Graus, las frutas del bajo Cinca, al Pastor de Andorra, la preciosa estación de Canfranc, las cumbres nevadas del Pirineo, las pastas caseras de las innumerables panaderías artesanas que siguen ejerciendo de tales, la borraja, tan nuestra, el guirlache, la trenza de Almudévar, los preciosos pueblos del Matarraña, los trajes de ansotano, los bombos y tambores del Bajo Aragón, la magnifica catedral de Tarazona, Sos del Rey Católico, la grandiosidad del desierto de los Monegros, el embalse de Mequinenza y su pesca, el ternasco, el tomate de la huerta de mi hermano
Alimentos y lugares inmejorables y todas sus gentes, que son los que lo hacen posible.
Que no se me enfaden los que no he nombrado, es que no cabían en 1000 caracteres.