Cerca de 70 particulares aragoneses se declararon en quiebra el año pasado

Mientras que la cifra de empresas que entra en concurso de acreedores se ha desplomado en los últimos años, la de personas naturales ha aumentado.

Imagen de archivo de los pasillos de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Imagen de archivo de los pasillos de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Asier Alcorta

El año pasado, los juzgados aragoneses de Primera Instancia y de Primera Instancia e Instrucción declararon en concurso a 69 personas que no realizaban actividad empresarial alguna. Personas físicas, "naturales" siguiendo la nomenclatura que les da la ley, que ante la imposibilidad de hacer frente con su patrimonio a las deudas que habían contraído, acudieron a sede judicial para que les declararan oficialmente en quiebra, que es el nombre con el que históricamente se ha conocido a los concursos de acreedores.

La posibilidad de un particular de acudir a este mecanismo legal se reguló en la ley Concursal, que data del año 2003 pero cuyo cuerpo se ha modificado en varias ocasiones desde entonces, la última de ellas en el año 2015. "El deudor persona natural que se encuentre en situación de insolvencia con arreglo a lo dispuesto en el artículo 2 de esta Ley ["la declaración de concurso procederá en caso de insolvencia del deudor común"], o que prevea que no podrá cumplir regularmente con sus obligaciones, podrá iniciar un procedimiento para alcanzar un acuerdo extrajudicial de pagos con sus acreedores, siempre que la estimación inicial del pasivo no supere los cinco millones de euros", reza el artículo 231 de la ley Concursal.

Decenas de ciudadanos aragoneses, vecinos de las tres provincias, se sirvieron el año pasado de esta regulación. La mayoría de ellos, hasta 61 personas, residían en la provincia de Zaragoza, que el año pasado fue el cuarto territorio con mayor número de personas físicas en quiebra. Solo superaron los registros de esta provincia aragonesa Barcelona (455 personas naturales declaradas en concurso), Madrid (268) y Valencia (169). Todas son provincias que multiplican varias veces a la población zaragozana, una circunstancia que hace aún más negativos los registros.

El número de casos de quiebras personales en Zaragoza fue aumentando conforme avanzaba el año: de las nueve personas del primer trimestre se pasó a 11 en el segundo, a 18 en el tercero y a 23 en el último tramo del año. Con respecto a 2015, los casos de concurso crecieron un 2% en esta provincia. Aunque con menos casos en sus jurisdicciones, mucho mayores fueron los avances registrados en Huesca y Teruel. En la provincia oscense, los juzgados declararon tan solo a tres personas físicas en concurso, pero el aumento con respecto a un año antes ha sido cifrado en un 146,7% por el Consejo General del Poder Judicial. La tasa de crecimiento de Huesca fue la más alta de todo el territorio nacional el año pasado. En Teruel, los registros dan noticia de cinco casos, mientras que el avance interanual 2015-2016 se ha cifrado en un 13,3%.

A nivel nacional, este tipo de concursos creció un 12%, de acuerdo con el CGPJ. El año pasado, en todo el país, el número de procesos presentados por personas físicas sin actividad empresarial ascendió a 1.579.

Tendencias invertidas

El avances de este tipo de declaraciones de quiebra no fue exclusivo de las tres provincias aragonesas: sucedió lo mismo en otros 26 territorios de todo el país. La tendencia al alza de los concursos de personas naturales contrasta con los datos que se anotaron el año pasado los concursos de personas jurídicas y de personas con actividad empresarial, es decir, empresarios.

Después de crecer sin cesar durante los años de crisis, estas declaraciones han ido cayendo en los últimos años hasta reducirse en algunos casos prácticamente a la mitad de los peores años de la recesión. Esto es algo que ha sucedido en Aragón. En 2007, el año anterior a la entrada en la crisis económica y financiera, todos los juzgados de lo Mercantil en Aragón declararon 36 concursos, según los datos del CGPJ. Un año después ya fueron 127 y en 2009 se pasó hasta los 230. El récord histórico de casos llegó en 2013, con 345 declaraciones de concurso. El año pasado, tan solo tres años después de esa abultada cifra, los juzgados mercantiles declararon 148 concursos, un recorte cercano al 43%.

"El número de concursos declarados en los juzgados de lo Mercantil disminuyó un 18% [en toda España], desde los 4.394 de 2015 a los 3.602 del año pasado", informaron fuentes del CGPJ la semana pasada en una nota de prensa. "A ellos hay que añadir otros 1.091 declarados y concluidos [en 2016] al amparo del artículo 176 bis 4 de la Ley Concursal, que prevé la conclusión por insuficiencia de masa en el mismo auto de declaración del concurso", añadieron.

Distinta vía de tramitación

Los concursos de personas naturales se tramitan en los juzgados de Primera Instancia y de Primera Instancia e Instrucción y no en los mercantiles en virtud de una modificación de la ley orgánica del Poder Judicial que entró en vigor en el último tramo del año 2015.

Esta fue una decisión criticada de forma airada por algunos sectores de la abogacía, que consideraban que se podría producir cierta descoordinación entre los órganos mercantiles y de primera instancia en determinados casos y, añadían, que el conocimiento de la ley Concursal de los jueces de Primera Instancia no era tan profundo, pues en su actividad normal no aplicaban esta norma.

"La atribución de la competencia de los concursos de personas naturales a los juzgados de Primera Instancia está provocando el dictado de resoluciones que ponen de relieve el desconocimiento que, al menos alguno de ellos, tiene de la ley concursal y del mecanismo de segunda oportunidad", se puede leer en una nota elaborada por la fundación 'Hay Derecho. Por una conciencia cívica' en octubre de 2016.

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