Sallent recupera sus planes urbanísticos para Formigal, que pretende ampliar con 1.336 viviendas

A los 560 pisos ya previstos en el Estacho sumará ahora el desarrollo de otras 776 en la falda de la peña Foratata. Reduce un 40% la edificabilidad ante los riesgos de deslizamiento de la ladera.

Desarrollo previsto para los planes urbanísticos de Formigal
Desarrollo previsto para los planes urbanísticos de Formigal
Heraldo

Sallent de Gállego está decidido a recuperar su expansión urbanística. A las 560 viviendas que pretende levantar el gobierno municipal del PP en el Estacho de Formigal, se sumarán ahora otras 776 en la zona alta de la urbanización, un paraje conocido como Articalengua e incluido en la reserva de la biosfera Ordesa-Viñamala. El Ayuntamiento es el promotor de ambas operaciones urbanísticas, que se remontan a la década pasada y cuyo alcance se ha reducido ahora sustancialmente por los problemas geotécnicos que tienen los suelos.

Mientras el Ayuntamiento sigue adelante con los trámites administrativos para desarrollar 137.805 metros cuadrados en la zona baja de Formigal, la sociedad Articalengua Las Bozosas, participada al 60% por el Ayuntamiento y en otro 40% por el grupo aragonés de la nieve (Aramón), pretende hacer lo mismo con casi el triple de superficie, 345.956 m2, en la falda de la Peña Foratata. Para ello, presentó el pasado otoño en el registro municipal la correspondiente modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), de la que no se ha informado a los grupos de la oposición, según las actas de los plenos.

La justificación oficial para la promoción de 1.336 pisos en Formigal es "dar respuesta a la demanda que se ha detectado desde hace unos años, propiciada, en su mayor parte, por la consolidación del deporte de la nieve". Así se recoge en el análisis ambiental previo remitido al Inaga, un paso imprescindible para aprobar inicialmente la modificación prevista en Articalengua. Si el PP logra los apoyos necesarios, podría ser una realidad en mayo.

Dicho documento minimiza el impacto de la alternativa elegida, para lo que se llegaron a analizar hasta cuatro posibles emplazamientos de la zona residencial dentro del ámbito de actuación.

Para salvar los riesgos geotécnicos y de caídas de rocas de la Foratata y reducir el impacto ambiental, se ha optado por redistribuir los usos y concentrar los edificios junto al núcleo de Formigal, donde antes se preveía acondicionar zona verde. Además, se ha reducido el volumen de la construcción: si hace unos años se querían levantar 1.356 pisos y 404 habitaciones hoteleras, la previsión actual es 776 viviendas, convertibles en plazas hoteleras en función de la demanda.

Su urbanización está prevista en siete fases, aunque sus promotores son conscientes de que su desarrollo será "a medio plazo" por una cuestión de demanda. De hecho, la tramitación del Estacho está mucho más adelantada y, por su ubicación, más cercana a la estación de esquí, es lógico que tenga una mayor demanda.

El diseño establece que la zona residencial ocupe 61.200 m2, menos de un 18% del ámbito de Articalengua. El resto son viarios e infraestructuras (33.849 m2), espacios libres de uso público (170.362 m2) y superficie verde no computable (80.545 m2).

La propuesta se adapta a las moderadas pendientes del terreno, para lo que se plantea construir de forma escalonada los edificios, en terrazas. Para plantear la nueva propuesta se analizaron de nuevo los riesgos geotécnicos para minimizar las posibles afecciones, además de evitar la ocupación de monte público.

La pretensión es engancharse a la red de servicios de la urbanización, convenientemente mejorados, y reservar una banda de espacio para la instalación de una telesilla de conexión directa con la estación de esquí.

En la tramitación de la operación de Articalengua ante el Inaga se ha tenido en cuenta todo el desarrollo completo de Formigal para someterlo a una valoración conjunta. Eso no quiere decir que la tramitación del Estacho se vaya ahora a bloquear, aunque sí se establecerán prescripciones.

El objetivo final perseguido por el Gobierno de Aragón, que participa a parte iguales con Ibercaja en Aramón, es solventar en esta legislatura el "urbanismo de altura", el desarrollo inmobiliario junto a las estaciones de esquí. Así lo ha pactado en el caso de Cerler y ahora se cerrará con Formigal.

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