El 'capitán gluten' visita el colegio

Aragón tiene unos 13.000 celíacos y muchos nuevos diagnósticos se hacen a niños en edad escolar. La DGA lanza una guía para que todos ellos ganen en calidad de vida.

El colegio El Espartidero (Santa Isabel) se convirtió ayer en un espacio libre de gluten
El 'capitán gluten' visita el colegio
Julián Fallas

Amenudo, el niño celíaco es el último al que se le sirve la comida y esta no incluye los mismos bocadillos, pasteles o salsas de sus compañeros. El gluten (una proteína presente en muchos tipos de cereales) es para ellos un veneno que se esconde en todo tipo de alimentos procesados, rebozados, harinas o helados, y mantener una dieta libre de este alimento es vital para que puedan tener una calidad de vida tan buena como la del resto de los niños.

Por eso, el ‘capitán glutamato’ (más conocido como ‘capitán gluten’) se pasó ayer por el colegio público El Espartidero, en Santa Isabel, para explicar con cuentos a los niños por qué sus compañeros celíacos necesitan seguir una dieta diferente. Después, hubo varias actividades centradas en esta realidad y se presentó la guía didáctica: "El niño celíaco en la escuela".

Este documento contiene una clasificación de alimentos con o sin gluten, las normas de etiquetado y las instrucciones sobre cómo elaborar menús aptos para estos niños (y para cualquier celíaco). La guía ha sido editada por la Dirección General de Protección de Consumidores y Usuarios en colaboración con la Asociación Celíaca Aragonesa.

Se calcula que un 1% de los aragoneses tienen esta condición (es decir, unos 13.000), pero se trata de una enfermedad muy infradiagnosticada y solo lo sabe uno de cada mil ciudadanos.

Lo mejor es que estas personas puedan disfrutar del mismo menú que el resto, pero adaptado para que, simplemente, no contenga gluten. Una buena opción es elegir materias primas libres de esta proteína (arroz, legumbres bien revisadas por si hubiera algún grano de trigo, patatas, verdura, carne, pescado, leches y quesos, jamón serrano, etc.) y mirar siempre bien el etiquetado. Además, se aportan consejos sobre cómo actuar con los rebozados (no se puede usar el mismo aceite si ha tenido contacto con alimentos con gluten) y también es importante vigilar las superficies donde se prepara la comida y no almacenar los alimentos juntos si alguno puede contaminarse.

La presidenta de la asociación, Carmen Tricas, recordó que "por suerte" ya es obligatorio que los comedores escolares tengan menú para celíacos. "Ha sido un avance porque el niño celíaco viene a comer al colegio con garantías", explicó. "La celiaquía es una enfermedad y no una actitud, por lo tanto, el niño desde que se levanta tiene que comer sin gluten. Lo que queremos es la normalización del niño celíaco en el colegio, que es lo que se está consiguiendo con estas guías", añadió.

La directora provincial de Educación, Isabel Arbués, puso además en valor al colegio que ha acogido la iniciativa, ya que es uno de los que ha conseguido instaurar una cocina propia y un comedor escolar autogestionado. "Queremos lograr que la educación sea el motor de la sociedad y con medidas como esta lo vamos consiguiendo", aseguró Arbués.

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