José Luis Artero, abogado: "Las reformas fiscales generan una notable inseguridad jurídica"

José Luis Artero, director del departamento de Herencias de Ilex Abogados y profesor de Derecho Civil, tramita anualmente alrededor de un centenar de casos. Con su experiencia, tiene claros los problemas más comunes que suelen surgir a la hora de liquidar el impuesto de Sucesiones.

Por un lado, se pueden producir simples errores aritméticos al hacer los cálculos y otro fallo puede residir, explica Artero, en acogerse a bonificaciones que en realidad no se pueden aplicar en un caso concreto o hacer una interpretación equivocada de la normativa. Además, a su juicio, cambios como los introducidos por la reforma fiscal autonómica de hace un año "generan una notable inseguridad jurídica", ya que hay casos en los que se desconoce que ahora sí que hay que tributar.

Las comprobaciones de los valores fiscales de los inmuebles que rigen la liquidación también dan no pocos quebraderos de cabeza. Si los inspectores detectan que se ha tomado como referencia un importe menor, ya sea por descuido o por fiarse de una tasación al margen de las tablas de la DGA, toca hacer una declaración complementaria que obliga además a pagar intereses. Si no se está de acuerdo, se puede acudir al Tribunal Económico-Administrativo de Aragón.

Dejar pasar el plazo de seis meses que hay para liquidar el tributo es otra fuente habitual de problemas con Hacienda, ya sea "por descuido o deliberadamente". El recargo por estos ‘olvidos’ puede llegar al 20% de la cuota. La alternativa a no pagar es renunciar a la herencia, una decisión que, según Artero, cada vez está más a la orden del día. Si en 2007 hubo en Aragón 363 repudiaciones, en 2015 la cifra se había triplicado hasta las 991. Muchas, afirma, proceden de parientes colaterales (hermanos, tíos, primos, sobrinos). "La fiscalidad es terrorífica", dice, y el impuesto puede suponer del 20% al 40% del legado.