¿Tienen dificultades los políticos para conciliar?

Los políticos no suelen disfrutar por completo de los permisos de maternidad y paternidad.

Lola Ranera, en su toma de posesión como concejala, en junio de 2007, días antes de dar a luz.
Lola Ranera, en su toma de posesión como concejala, en junio de 2007, días antes de dar a luz.
Félix Bernad

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, acaba de ser padre y tiene derecho -como todos los padres en España desde el 1 de enero- a cogerse un mes de baja paternal. El presidente se cogerá "unos días" pero no disfrutará del permiso de paternidad completo, según publica 'La Voz de Galicia'. Ni Soraya Sáenz de Santamaría ni Susana Díaz completaron las 16 semanas de baja tras ser madres. Este caso vuelve a reabrir el debate sobre si los políticos son o deberían ser ejemplo en cuestión de conciliación.

El concejal de Zaragoza en Común Alberto Cubero está ahora de baja paternal. El 20 de enero nació su primer hijo y él decidió disfrutar del permiso de un mes "para compartir los cuidados con mi compañera" y "para ser un ejemplo público". "Los cargos públicos tenemos un plus de responsabilidad y es importante que disfrutemos de este permiso para visibilizar su importancia. Somos un referente para la sociedad y deberíamos dar ejemplo", asegura Cubero, de 33 años, consejero de Servicios Públicos y Personal.

El próximo lunes 20 de febrero volverá a trabajar. "Volví puntualmente para el rescate del 010 por la importancia del momento", apunta. Cubero considera que los permisos de maternidad (16 semanas) y paternidad (cuatro) son insuficientes, y deberían ampliarse e igualarse.

La concejala del PP María Navarro también está de baja. Su segunda hija nació el 17 de diciembre y planea volver a trabajar el 27 de febrero (poco más de diez semanas de baja maternal), al principio de forma parcial. "Es fundamental que todos tengamos derecho a la baja maternal y paternal. Luego están las circunstancias personales y laborales de cada uno para decidir cómo se organiza. La conciliación es uno de los problemas más grandes que tenemos en el país", afirma María Navarro, de 33 años.

Su primera hija, de 3 años, nació cuando ella era senadora. Los diputados y senadores no tienen derecho a permiso de maternidad o paternidad, ni a baja por enfermedad. Son puestos insustituibles. El Congreso permite el voto telemático para estos casos. "Los concejales somos unos privilegiados", subraya María.

El Ayuntamiento de Zaragoza, pionero

"El Ayuntamiento de Zaragoza es una de las administraciones públicas más avanzadas en materia de conciliación. En 2008 pusimos en marcha el Plan Concilia, con permisos más amplios para madres y padres. Hemos ido por delante de la ley", subraya Lola Ranera, concejala del PSOE. El permiso por maternidad para los trabajadores del Ayuntamiento es de 22 semanas (ampliable a dos más en algunos supuestos) y el de paternidad ya era de 31 días antes de que el Gobierno central aprobara el cambio.

Ella no disfrutó de los permisos completos tras el nacimiento de sus dos hijos (de 9 y 5 años). Su hija mayor nació días después de la toma de posesión, en junio de 2007. Entonces disfrutó de doce semanas de baja maternal y se reincorporó a trabajar en septiembre. Su marido cogió un año de excedencia para cuidar a la niña. Cuando nació su hijo, en diciembre de 2011, ella estuvo un mes y medio de baja. "En nuestra familia, el peso de la crianza lo ha llevado él porque sus horarios laborales lo han permitido", señala.

"Lo ideal es que los políticos pudiéramos coger los permisos de maternidad y paternidad completos. Deberíamos dar ejemplo. Pero nuestros trabajos tienen unas exigencias y unas responsabilidades que no siempre nos lo permiten, especialmente cuando estamos en el equipo de gobierno", afirma Lola, de 46 años.

Elena Giner, concejala de Zaragoza en Común, madre de un niño de 3 años y embarazada de seis meses, tiene ahora una gran duda. "Me gustaría coger toda la baja. Las primeras que tenemos que dar ejemplo somos las políticas. Pero veo un mundo de dificultades. Hay temas en los que no puedo ser sustituida. Mi marido tiene un trabajo más flexible y tenemos que pensar cómo nos organizaremos cuando nazca nuestro hijo. Es una decisión difícil", asegura Elena, de 39 años, consejera de Participación Ciudadana.

Cuando nació su primer hijo, trabajaba en una asociación de mediación intercultural. Entonces sí cogió el permiso de maternidad completo, después pidió dos meses de excedencia y se reincorporó a trabajar a media jornada. Ahora se plantea cómo compatibilizar la crianza por partida doble y un trabajo de responsabilidad pública.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión