No quieren adelantar acontecimientos, pero en Podemos Aragón no esconden que la contundente victoria de Pablo Iglesias y Pablo Echenique en Vistalegre II acerca todavía más a este a Madrid y le aleja de la secretaría general autonómica. Porque su condición de miembro electo de la nueva dirección estatal (de la que ya formaba parte como secretario de Organización) y la de líder del partido en la Comunidad pasan a ser incompatibles, tal y como establece el documento ético de los pablistas, que fue el más votado por las bases y que será el que regirá a partir de ahora.

Eso sí, la propuesta organizativa del aparato, que también se impuso en el congreso del pasado fin de semana, aclara que los cargos internos afectados por estas incompatibilidades dispondrán de un periodo de transición para elegir por qué puesto optan y dejar cerrado su relevo en cada caso.

Ese periodo deberá fijarlo el Consejo Ciudadano Estatal, que aún no tiene fecha para reunirse, aunque ayer el reelegido secretario general, Pablo Iglesias, avanzó que lo convocará en un máximo de 15 días.

Previsiblemente será en ese primer encuentro en el que se acoten los tiempos para los relevos. Podrían ser varios meses, en los que Echenique ya ha dicho que quiere aprovechar para "consultar" su futuro político, tanto con sus compañeros de la dirección aragonesa y la estatal como con el grupo parlamentario en las Cortes y con la militancia, incluyendo a "todos los sectores", puntualizaron desde su entorno. De hecho, aseguraron que pretende que su decisión "no sea personal sino colectiva".

En todo caso, uno de los factores que podría decantar definitivamente la balanza hacia Madrid es el gran respaldo obtenido en la consulta a las bases, pese a haber tenido que gestionar en los últimos meses un área tan compleja como la de Organización en un momento crítico –Echenique quedó segundo tras Iglesias e incluso superó a su gran rival, Íñigo Errejón–. Y está claro que su jefe de filas sigue contando con el que ya es de facto su mano derecha.

Cuando llegue el momento, el dirigente aragonés quiere hacer una transición "tranquila y ordenada", a la espera del congreso autonómico previsto para este año, apuntaron las mismas fuentes. Consideran que la "contundencia" de la victoria oficialista podría contrarrestar en Aragón las pretensiones de aspirantes a relevarle encuadrados en los sectores perdedores del cónclave.

No obstante, nada más confirmarse el refuerzo de Echenique en el ámbito estatal, surgieron las primeras voces que advertían de que las limitaciones de cargos se imponen desde ya.

Su compañera Violeta Barba, que se ha posicionado públicamente con los errejonistas y que ya se enfrentó en 2015 a Echenique por el liderazgo en Aragón, echó ayer balones fuera cuando le preguntaron por la posibilidad de que se postule como su sustituta. "Eso requiere de un amplio periodo de pensamiento que ahora mismo no he realizado", dijo, al tiempo que remarcó que su trabajo como presidenta de las Cortes es "una gran responsabilidad".

Echenique no será el único que tendrá que escoger, también la diputada Erika Sanz, recién elegida consejera estatal y que ya ocupa un puesto en la dirección autonómica. También quiere consultar su decisión con las partes afectadas.

La negociación presupuestaria

Mientras, los podemistas retomaron ayer la actividad con una reunión conjunta de su ejecutiva y la dirección del grupo parlamentario (que preside Echenique) para abordar la inminente negociación de los presupuestos con el PSOE, aunque no se descarta la presencia de CHA e IU. A falta de cerrar los equipos que participarán en las conversaciones, se espera que estas comiencen a mediados de esta semana. Podemos quiere exigir "garantías políticas" de que se cumplirá lo acordado e insistir en propuestas ya planteadas que el Gobierno no acaba de asumir.