En noviembre, el Black Friday que cada vez tiene más tirón y, por tanto, supone más gasto. En diciembre, las fiestas navideñas y todo lo que conllevan: reuniones familiares, cenas de empresa y amigos, los regalos... Y por si todavía fuera poco, y para rematar, las rebajas. Todos estos gastos acumulados hacen que en los últimos años, el mes de enero, más que una cuesta, albergue un Tourmalet para muchas familias. Así se desprende de la encuesta realizada por A+M para HERALDO DE ARAGÓN, en la que el 68,4% de los aragoneses preguntados ha admitido que la llamada cuesta de enero afecta a su economía personal.

Las estrecheces económicas se dejarán notar en el día a día de miles de familias residentes en la Comunidad. El 44,5% de los encuestados señala que la cuesta de enero afectará "algo" a su vida normal, mientras que el 23,6% reconoce que la notará "bastante". Ante esta circunstancia, a los ciudadanos no les queda otra que hacer números y redistribuir su dinero: reducir gastos, endeudarse, pedir un adelanto en el trabajo...

Hasta el 73% de los encuestados sostiene que modificará sus gastos habituales este mes para conseguir algo de margen. El porcentaje de recorte varía: algo más de la mitad de los encuestados (el 50,1%) sostiene que reducirá su desembolso habitual entre un 1 y un 15%, mientras que el 7,6% se confiesa obligado a recortar más del 26%. Solo el 24,8% indica que no modificará sus hábitos de gasto por la cuesta de enero.

Preguntados sobre cuáles son los capítulos de gasto a los que meterán la tijera, el 45,4% de los aragoneses afirma que será en la cesta de la compra donde más recorte. Tras este apartado, aparecen los gastos en ocio (el 33,7% afirma que reducirá su desembolso habitual en este aspecto) y las compras de ropa, zapatos y muebles, entre otros, a cuyo recorte alude el 26,3% de los aragoneses que han participado en la muestra.

El 58,3% tiene que financiarse o endeudarse

Pero la reducción de las compras no será suficiente para salvar esta particular travesía del desierto para la economía familiar. Para cubrir los gastos de esta temporada, el 58,3% de los encuestados afirma que ha tenido que endeudarse o financiarse. En este apartado, la tarjeta de crédito aparece como la manera indiscutible de dar un respiro a las finanzas del hogar: el 60,8% ha afirmado que ha echado mano de ella para aplazar algunos pagos de este periodo. Como segunda 'fuente de financiación' aparece la familia, porque el 13,9% de los aragoneses ha pedido dinero a sus allegados para no pasar tantos apuros. Hasta el 10,5% afirma haber tirado de ahorros para pasar estas semanas y un 7,2% ha solicitado un adelanto en el trabajo.

No obstante, y a pesar de la delicada salud de muchas economías familiares, son pocos los que se resisten a las rebajas. El 27,3% de los aragoneses afirma que "con toda seguridad" comprará algo, mientras que el 40,5% sostiene que "muy probablemente lo hará". Solo un pírrico 7,2% indica que con toda seguridad obviará la campaña invernal de descuentos y un 12% sostiene que dependerá de las ofertas que encuentre.

Las rebajas se alargarán hasta el final de febrero y, todavía, habrá familias que noten la estela de la cuesta de enero. Porque lo peor de esta época del año es que, para algunos, sus efectos siguen notándose más allá del mes que le da nombre. Más de la mitad de los encuestados (el 51,4%) señalan que solo sufrirán este mes los efectos de la cuesta de enero, pero un 35,8% sostiene que la padecerá hasta finales de febrero y un 7% afirma que lo hará hasta finales de marzo.