El Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza celebraron ayer su primer encuentro del año, una reunión en la que se concretaron qué actuaciones en infraestructuras se llevarán a cabo en 2017. Estos trabajos son independientes de la reforma de Filosofía y Letras y no les afecta la prórroga presupuestaria, ya que el acuerdo económico entre las dos instituciones consignaba ya el pasado año una cantidad de 2,5 millones para obras y reparaciones en las diversas instalaciones de sus distintos campus. Con este dinero, que se reparte también para poder comprar nuevo equipamiento científico, durante los próximos meses se podrán cerrar obras iniciadas en 2016, como la sustitución de la cubierta del edificio Cervantes, la instalación de una alarma de detección de incendios en Medicina o la rehabilitación de Odontología en Huesca y, además, se comenzarán nuevos trabajos como la renovación de la red sanitaria de Veterinaria, la reforma de la instalación de electricidad del edificio Torres Quevedo (en el campus del Actur) o nuevas actuaciones en Interfacultades. Al término del encuentro, la consejera de Universidad, Pilar Alegría, destacó asimismo que también habrá mejoras en el laboratorio de la Escuela Politécnica de Huesca, que quedaron pendientes el pasado año por un problema de plazos.

En esta comisión mixta, se abordó la situación de Filosofía y Letras, que era el primer punto del día. La consejera volvió a insistir en que el dinero comprometido para este año, destinado al proyecto de reforma, se pagará se aprueben los presupuestos o continúe la prórroga, aunque para ello tenga que detraer los fondos de otras actividades.

Afección por la falta de cuentas

Tanto Alegría como el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, lamentaron que no existan aún unas cuentas de la Comunidad para 2017, ya que se ralentizarán algunos de los planes de la institución académica. Según la consejera, para este año había previsto un millón más para grupos de investigación, que no existirá si no se aprueba el presupuesto de la Comunidad.

Por su parte, Mayoral recordó que estaban previstos siete millones extra para financiación básica, lo que podría dificultar el plan de ordenación docente en el que trabaja la Universidad. "Lo tenemos que aprobar antes de Semana Santa y de él dependen todas las contrataciones. Este plan, con el que queremos evitar retrasos en los contratos, no es el mismo con una dotación que con otra, y trabajar con incertidumbres es más difícil que con certezas. Además, a veces la corrección de planes posterior es difícil burocráticamente", manifestó el rector.