La Universidad quiere rebajar en más de un año la duración de las obras de Filosofía

Todavía con el susto en el cuerpo por el derrumbe el viernes de un trozo de techo en un despacho en Filosofía, ayer se celebró el primer Consejo de Gobierno del curso. Los estudiantes, representados en este organismo, pidieron explicaciones por el accidente y urgieron soluciones. Durante esa reunión, el vicerrector de Prospectiva, Sostenibilidad e Infraestructura, Francisco Serón, explicó lo sucedido y el plan de acción.

En principio, se va a intentar una estrategia para acortar en más de un año la duración de las obras (en el plan inicial, se prolongan durante unos 4 años). En paralelo, se trabaja para comenzar los trabajos antes de 2018, que es la última fecha que se dio. La consejera de Universidad, Pilar Alegría, reiteró ayer tras el Consejo de Gobierno de la DGA -que se celebró también por la mañana- el compromiso "de acortar los plazos si hay posibilidades", aunque matizó que los tiempos legales de licitación deben cumplirse. En este sentido, recordaron que por el importe del proyecto se debe publicar también en el Boletín de la Unión Europea (se hará en octubre), lo que alarga el concurso.

Para rebajar la duración de los trabajos habría que cambiar el orden con el que se iban a ejecutar los trabajos. Durante los mismos habrá que reubicar a unos 3.000 estudiantes y más de 400 profesores. El temor entre el alumnado y el profesorado existe, y Manuel Tricas, de la candidatura de La Algara del Personal de Administración y Servicios (PAS), planteó que se cierren estos edificios hasta que se vuelvan a levantar. El viceconsejero, no obstante, presentó un informe técnico que mostró que se han hecho catas y estudios de estructura y que no ve necesidad de trasladar a nadie.

El plan de acción

La idea inicial era tirar primero el pabellón de Filología, donde irán todas las instalaciones de base, y empezar después con el edificio central de Filosofía y Letras que es en el que permanecen clausuradas dos plantas (3ª y 4ª) en las que se están colocando mallas protectoras en la techumbre.

Para ganar ese año largo, necesitarían empezar la obra a la vez en los dos sitios. La reforma será de calado, ya que el pabellón se tira entero y del edificio central solo se va a conservar la estructura y algún pabellón de interés arquitectónico como el de Geografía. Serón hizo cálculos y creyó que sería posible trasladar a todo el alumnado a centros como Educación e Interfacultades y, entonces, reformar a la vez las dos grandes sedes de Filosofía.

Los alumnos, no obstante, preguntaron sobre de dónde saldrá la financiación. Y es aquí donde se necesita la colaboración necesaria del Gobierno de Aragón. "Hacer la obra a la vez requerirá una inversión de golpe mucho más potente", reconoció Serón. Esto supondría que, o bien se incluyera en los presupuestos que el Gobierno de Aragón aprobará a final de año, o bien que la Universidad se endeudase con el compromiso de que esto se resolverá a medio plazo. Es decir, hasta después de Navidad es difícil saber si el reto es posible.

Protesta en la facultad

Los alumnos, mientras, viven con incertidumbre y temor el enésimo derrumbe en Filosofía. Los 350 que se quedaron sin clase el lunes están ya reubicados desde ayer, a falta de solo unos 40 que empiezan hoy en Interfacultades (faltaban sillas). "El problema es grave y los alumnos y profesores tienen miedo", insistió un representante del alumnado, Pablo Gómez, del sindicato CHEN (Chuntos Entaban). "Los plazos están, pero no se puede esperar tanto", añadió.

De momento, hoy a las 12.20 hay convocada una concentración en el acceso a Filosofía y Letras que se prevé multitudinaria. No solo irán los estudiantes, sino que se lanza desde la propia facultad, y está previsto que acudan profesores y responsables de la institución académica. Con esta presión se espera mantener viva la reivindicación de que urge tomar soluciones.