Rajoy promete pactar la financiación este año y "trabajar en serio" ante la despoblación

La nueva financiación autonómica por fin tiene un calendario. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer el compromiso de iniciar en un mes la negociación técnica del próximo reparto del dinero y terminarla antes de 2018. "La voluntad es llegar a un acuerdo en 2017; vamos a ver si somos capaces", afirmó Rajoy tras finalizar la VI Conferencia de Presidentes.

En el encuentro, el presidente del Gobierno solicitó a los presidentes autonómicos "un esfuerzo de entendimiento" en la negociación de la fórmula que definirá el reparto del dinero entre las Comunidades en los próximos años. Según advirtió, el Gobierno central solo pondrá en marcha la próxima financiación si hay acuerdo amplio con las autonomías. "No será por imposición", señaló. Aunque las posiciones son muy enfrentadas –especialmente entre las Comunidades del interior, en un frente que colidera Aragón, y las levantinas– todos los presidentes autonómicos saben que mientras no haya acuerdo el dinero que sigan recibiendo será "insuficiente". El presidente de Aragón ,Javier Lambán, llegó más lejos e incluso señaló que el actual sistema hace "inviable" el funcionamiento de las autonomías "a medio plazo".

Guerra entre presidentes

Aunque la precaria situación actual favorezca que haya un acuerdo, el debate que hubo ayer dentro de la Conferencia de Presidentes apunta a que no será fácil. Aragón marcó por ejemplo su exigencia respecto a que se valoren la despoblación, la dispersión y el envejecimiento. Mientras, Madrid y Valencia insistieron en que lo que debe primar es exclusivamente el número de habitantes. Esto hizo estallar al presidente de Cantabria, entre otros, que advirtió que si se impone esa tesis las Comunidades menos pobladas no tendrán dinero suficiente para la dependencia y la sanidad.

Rajoy no entró en este debate de forma directa, pero sí trasladó su preocupación por la "pérdida de población" que están sufriendo comunidades como Aragón. "Vamos a trabajar en serio pensando a medio y largo plazo", aseguró. En este punto, se comprometió a dar prioridad a la petición de Aragón de que el Gobierno implante una estrategia contra los problemas demográficos, que prevé elaborar este año. "Tenemos un problema de natalidad que afecta al conjunto de los servicios públicos", reconoció.

Además, hubo una batalla dialéctica bastante cruda respecto a los impuestos autonómicos. Andalucía acusó a Madrid de aprovechar su capitalidad para bajar impuestos y atraer sus empresas, por lo que pidió una armonización de tributos autonómicos, con la que se fije máximos y mínimos. Aragón, muy perjudicada por el régimen fiscal de País Vasco y Navarra, también lo reclamó.