Antonio Serrano "Somos la región con más titulaciones universitarias acreditadas"

Fuera del mundo universitario, la Acpua es una gran desconocida. La Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón se dedica a estudiar y valorar todo tipo de actividad en la Universidad. Hasta ahora, lo hacía solo en Aragón, pero ha conseguido la acreditación europea, que le permitirá extender su actividad al resto del país, y a todo el continente. Y ya tienen encargos para estudiar titulaciones de otras autonomías e, incluso, de un país extranjero.

Fuera del mundo educativo, son ustedes poco conocidos. ¿En qué actúa la Acpua?

En el mundo de la calidad de la educación superior, que se ha potenciado mucho desde el plan Bolonia. Las agencias garantizamos y comprobamos la calidad de la universidad en Europa, de manera que toda oferta cumpla unos estándares mínimos. En España, hay una agencia nacional, y algunas autonomías, como Aragón, tienen la suya propia.

¿Qué significa calidad para una universidad?

Básicamente, que las enseñanzas que va a ofrecer garanticen la adquisición de unas competencias. Y, para ello, nosotros estudiamos los recursos que tienen, su capacidad de mejora o de resolver problemas...

Antes había quien quería irse de erasmus a determinado país porque "era más fácil". Pero si ahora hay unos criterios comunes de calidad, ya no habrá tanta brecha…

Aunque hay divergencias, porque además hay países con carreras de tres o cuatro años, la norma europea básica obliga a un título en condiciones, que garantice un mínimo de empleabilidad a aquellos que lo terminan. Cualquier título universitario debe acreditarse en algún momento, para comprobar que cumple el plan de estudios, con el número de profesores y alumnos previstos…

Y ¿hay estudios que no la tienen?

Depende de cada país. En España, la normativa lo impone.

O sea, están todos acreditados…

O tienen que estarlo. Un título de máster, a los cuatro años de haber comenzado. Y uno de grado, a los seis años.

Y del cumplimiento de Bolonia, ¿está habiendo una evaluación? ¿Se sabe si se está cumpliendo?

Sí. Y el mejor ejemplo es esa obligación de acreditación. En Aragón, podemos presumir de ser la Comunidad con más titulaciones acreditadas. Cuando terminemos con la evaluación de este año, todos los grados de la Universidad de Zaragoza ya estarán acreditados, con la excepción de Arquitectura, que se implantó más tarde.

¿Suspenden a alguien?

En Aragón, afortunadamente, no. Pero en otras, y en Europa, sí. Bueno, no se suspende, pero sí se hacen informes desfavorables. En ocasiones, tanto, que significan el cierre del estudio. Pero esto nunca ha pasado aquí.

Y esto de que haya agencias de evaluación autonómicas, ¿puede crear disfunciones? ¿Se autorizarán unos estudios con unos criterios y, en otras regiones, con otros?

Difícilmente. Y la razón es que los criterios que usamos tienen base europea y tienen una regulación común. Además, las españolas acordamos un protocolo similar. Pero alguna diferencia hay. Nosotros, por ejemplo, somos más exigentes que otras Comunidades.

Y eso, ¿por qué?

Porque aquí las dos universidades han hecho muy bien la fase de preparación, y entonces nosotros le podemos pedir más evidencias que a lo mejor, la agencia nacional que trabaja lejos, no.

Hasta ahora solo podían evaluar estudios aragoneses. Ahora, cualquier universidad europea puede solicitar sus servicios.

Sí. La asociación europea nos ha admitido por unanimidad como nuevo miembro, tras la visita a Aragón de un comité de Bruselas, y hace unos meses nos ratificó en Inglaterra. Somos la primera en hacerlo con los nuevos estándares de Bolonia, revisados tras diez años en vigor. Y, además, somos la agencia más pequeña.

¿Esto les obligará a muchos cambios?

Sí. Ahora, además de acreditar un título, podemos verificarlo, es decir, hacer la evaluación inicial previa a que la Administración le dé el visto bueno. Y también podemos actuar ya fuera de Aragón. Y hacemos muchas más funciones, como la evaluación de la investigación o el estudio de la conexión de la sociedad con el tejido productivo.

Y ¿ya tienen peticiones de alguna institución académica?

Sí, nuestro consejo rector ya ha aprobado unos encargos de las Universidades de Asturias y del País Vasco. Y, en el próximo, está previsto otro acuerdo para acreditar titulaciones de la de Andorra. Esto permitirá que podamos generar ingresos propios.

Y una vez acreditado un estudio, ¿hay luego seguimiento para que no acabe en un desastre?

Sí. Nuestros informes tienen recomendaciones, puntos débiles y fuertes… Y marca líneas de mejora. Y a mitad de periodo entre una acreditación y otra, vuelves a ir y les dices: "¿Dónde está esto?". Y en algún caso se les dice que había un plan de mejora acordado que deben cumplir.

De cuando estudiaba usted, ¿ha visto un cambio grande en la universidad?

Sí. Y que conste que yo estudié Derecho en Zaragoza, que siempre ha sido una facultad extraordinaria. Pero ahora lo veo con sana envidia. Para empezar, el tema de la movilidad, que da unas posibilidades increíbles. ¡Y de la propia acreditación! ¿Sabe que nosotros podemos pedirle exámenes a profesores aleatoriamente?

¿Y los examinan?

No, no los volvemos a corregir, pero miramos que lo que se pregunta estuviera incluido en el temario, que se haya puntuado bien… A mí eso me parece una revolución: que puedan venir unos colegas y te pidan un control valorado con sobresaliente y otro con un suspenso, para valorarlos. Me parece un gran salto de calidad.