Sus quince años de experiencia en las técnicas de cirugía de glaucoma microinvasivas han convertido al hospital Miguel Servet en centro de referencia para "formar a formadores" en este tipo de intervenciones.

Durante estos días, cinco especialistas americanos participan en sesiones de aprendizaje de este tipo de cirugías en la capital aragonesa. Las sesiones comenzaron el martes con revisiones teóricas y prácticas en modelos de ojo artificial. Mientras que ayer y hoy el curso continúa en la unidad de Cirugía sin Ingreso del Miguel Servet con sesiones quirúrgicas en pacientes. Está previsto que otros cinco formadores visiten Zaragoza el próximo mes de enero.

Pero, ¿qué es la cirugía de glaucoma microinvasiva? Básicamente, según explican desde el hospital, consiste en colocar unos micro implantes que permitan aumentar el flujo de salida de humor acuoso (líquido que se halla en el globo del ojo delante del cristalino). Esa salida facilita que descienda la presión intraocular, una de las principales causantes de enfermedades en el globo ocular como el glaucoma.

El jefe del servicio de Oftalmología del Miguel Servet, Luis Pablo, destaca que se trata de una cirugía "poco invasiva" que tiene pocas complicaciones, pero le "beneficia enormemente". "Tenemos amplia experiencia en el tratamiento y la investigación de esta enfermedad y vamos a dar formación sobre una de las técnicas de intervención más especiales y novedosas, fundamentalmente indicada para pacientes de glaucoma en estados iniciales y medio", añade el especialista del Miguel Servet.

El glaucoma es una enfermedad que afecta al nervio óptico y que principalmente está condicionada por una elevada presión intraocular. Se trata de una patología que no produce síntomas en las primeras fases de su evolución, pero genera daños irreversibles, por lo que es aconsejable someterse a revisiones a partir de los 45 años si se presentan determinados factores de riesgo (antecedentes familiares de primer grado, miopía, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares…).

El diagnóstico precoz permite un mejor abordaje de la patología.

Aproximadamente, el glaucoma lo sufre el 2% de la población y si no se trata a tiempo, puede llevar a la ceguera. Uno de los mayores problemas es que la enfermedad puede no dar síntomas y pasar desapercibida hasta ser demasiado tarde. Una vez diagnosticada, existen dos tipos de tratamiento: la medicación, que trata de reducir la presión intraocular con fármacos hipotensores; y la cirugía, donde Aragón se encuentra a la vanguardia.