El Gobierno suspenderá los efectos académicos de las reválidas a través de un decreto ley

Todos los grupos parlamentarios, con excepción del PP, aprobaron ayer en el Congreso de los Diputados la paralización del calendario de la Lomce, la última ley educativa. En juego están las reválidas que incluye la norma a final de secundaria y de bachillerato, a las que se opone la comunidad escolar y que tendrían que ponerse en marcha a final de este curso. Aunque todos los partidos, salvo el PP, se mostraron de acuerdo en derogarlas, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, tomó la palabra para reiterar el ofrecimiento que hizo Mariano Rajoy durante su discurso de investidura: esas pruebas de final de ciclo se llevarán a cabo, pero no contarán para nota mientras no se alcance un pacto educativo para todo el país. Esa suspensión se llevará a cabo a través de un decreto ley, una fórmula que considera más "inmediata" que la paralización solicitada por los socialistas.

Aunque este año ya no iban a tener efecto académico, la propuesta del Gobierno se mantendría para todos los cursos siguientes hasta que se alcance un consenso sobre la materia. La consejera aragonesa de Educación, Mayte Pérez, presente ayer en el hemiciclo y que siempre se ha mostrado muy crítica con la ley, pidió anoche que Méndez de Vigo demuestre que quiere ese pacto aceptando una moratoria de la selectividad, de manera que este año se prolongue el sistema que ha regido el acceso a la universidad en las pasadas cuatro décadas. De este asunto hablarán el próximo 28 de noviembre, cuando se ha convocado la sectorial entre el Ministerio y todas las Consejerías, en la que debería resolverse la situación actual ante la incertidumbre que viven docentes, padres y alumnos de segundo de bachillerato.Posturas muy alejadas

Aunque prácticamente todos los grupos se mostraron a favor de suscribir un pacto en el sector, en el debate en las Cortes las posturas se mantuvieron muy alejadas entre el Gobierno y la oposición. El socialista Manuel Cruz, encargado de defender su proposición, definió la Lomce como una ley "ideológica, excluyente, elitista y segregadora" y recordó que ha dado lugar a protestas y huelgas "sin precedentes". Además de pedir la eliminación de las reválidas, Cruz exigió más presupuesto para la educación, un sistema de becas que elimine "criterios académicos injustos" y "recuperación de ratios". Por su parte, la diputada de Ciudadanos Marta Martín anunció su apoyo a la iniciativa socialista, pero pidió a todos los presentes "dejar de usar la educación como arma arrojadiza". "A los estudiantes no les preocupa quién se pone una medalla. Y es verdad que la Lomce se hizo sin consenso y de manera poco responsable, pero tampoco lo han sido las comunidades que se han negado a implantarla cuando correspondía", dijo.

El diputado de Podemos Javier Sánchez Serna aprovechó la ocasión para criticar que el PSOE permitiera gobernar al PP y llevara ahora al Congreso una propuesta contra la Lomce, que consideró "insuficiente". "Las reválidas suponen para los estudiantes jugarse todo a una carta y, para los profesores, un descrédito", suscribió.

La popular Sandra Moneo contestó a todos los ponentes que el PP está comprometido a llegar a un acuerdo sobre Educación, pero intervenciones tan duras como las anteriores lo ponían difícil. "La Lomce está totalmente implantada. ¿Qué hacemos ahora? ¿Qué título les damos a los estudiantes? ¿Les dejamos promocionar? Y ¿a dónde?", formuló de manera retórica. Antes de que se produjera la votación, el ministro pidió la palabra para recordar que la proposición socialista no tiene efectos jurídicos y reiteró su compromiso de llevar a cabo las pruebas a final de 4º de ESO y de 2º de bachillerato sin que sea necesario aprobarlas para promocionar y obtener el título de esos ciclos.