El colegio Joaquín Costa sigue sin solución ante los derrumbes del cuartel de Mayandía

Las familias han enviado cartas a la Policía, DGA y Delegación del Gobierno expresando su temor a accidentes. El centro elevó también el jueves a varios organismos su preocupación.

Hace unos días, a la hora de entrada en el colegio, una familia fue testigo, en directo, de cómo se desprendían varios cascotes del cuartel de policía de General Mayandía. El edificio, pendiente de una profunda rehabilitación, está al lado del colegio público Joaquín Costa de Zaragoza y de varios centros de educación infantil, y la posibilidad de que un día ocurra una desgracia angustia a vecinos y escolares.


Por eso, la asociación de padres y madres (Ampa) de este centro de infantil y primaria ha enviado esta semana varias cartas exigiendo "que se adopten de manera inmediata las acciones necesarias para garantizar la seguridad de las personas en las inmediaciones del cuartel de Mayandía". En concreto, este equipamiento da a las calles del General Mayandía, Crespo Agüero y al paseo de María Agustín.


Ya hace varios meses, cayeron cascotes procedentes de aleros, vierteaguas y otros elementos de la fachada. Pero, como publicó HERALDO, la semana pasada fue la simple revisión de una de las fachadas del deteriorado cuartel la que provocó la caída de cascotes a la calle, lo que llevó a la Policía Nacional a acordonar por su cuenta las aceras de la esquina de las calles de Crespo Agüero y Juana Francés y evitar así un riesgo para los peatones.


Las familias han llamado a varias puertas buscando una solución. En concreto, a las de la Delegación y la Subdelegación del Gobierno en Aragón; la Dirección General de la Policía; la Junta Municipal del Distrito Centro, al Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza y a la Dirección Provincial de Educación.


A cada uno de estos organismos se les ha enviado una misiva que se ha entregado en sus respectivos registros. Además, el director del colegio se ha sumado a esta lucha y el jueves elevó su queja a la Delegación del Gobierno. En su caso, consideran que Educación no tiene responsabilidad sobre lo que está ocurriendo.


"Estamos francamente preocupados. Esta es una zona de paso de mucha gente y, sobre todo de escolares. Urge que tomen acciones de forma inmediata", explicó ayer el presidente de la Ampa, Juan López. A pesar de la gravedad del asunto, y aunque la zona sigue acordonada, no han recibido respuesta todavía.


Esos mismos riesgos los sufren, además el resto de vecinos del barrio, así como familias y niños que acuden a las guarderías próximas (la del Refugio y "Patinete", en la calle de Crespo Agüero). El problema afecta de lleno a los propios funcionarios del Cuerpo Nacional del Policía.Inversión millonaria pendiente

El cuartel no pasó la Inspección Técnica de Edificios efectuada este año y el arquitecto expuso en su informe que necesitaría una inversión de 1,7 millones de euros para cumplir con las medidas de seguridad básicas, tanto para los policías que trabajan en él (unos 650) como para los usuarios que lo frecuentan a diario.


Posteriormente, a raíz de una denuncia presentada en Urbanismo por el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), el Ayuntamiento de Zaragoza ordenó una inspección del cuartel.


La respuesta del Ministerio de Interior fue colocar una malla en las cornisas de la fachada principal y en una esquina del edificio, trabajos que costaron unos 10.000 euros, según fuentes del sindicato, que calificó los arreglos de "ñapas".


Hace poco, dos funcionarios policiales accedieron a las plantas superiores para "revisar" el estado de las cornisas y los aleros, los cuales presentan tal estado de deterioro que se desprendieron cascotes a la calle mientras estaban trabajando.

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