“Lo más duro es perder a un amigo e ir a su casa a contárselo a su familia”

Lorenzo Ortas, uno de los alpinistas más experimentados de la comunidad aragonesa explica su pasión por la montaña.

 

Las rutas por la montaña, la escalada o el alpinismo son algunas de las actividades que más visitantes atraen al Pirieno aragonés. Y aunque en su mayoría transcurren sin ningún problema, no puede perderse de vista que es un medio hostil. En lo que llevamos de año han fallecido en nuestra Comunidad 21 personas en accidentes de este tipo.


“Comencé a ir a la montaña con 15 años”, explica Lorenzo Ortas, un alpinista aragonés con más de 50 años de experiencia que conoce a la perfección el Pirineo aragonés y que ha realizado expediciones en el Himalaya y los Andes.


Con el paso del tiempo, la montaña se ha convertido para él en algo indispensable: “Es una escuela de carácter. Empezó siendo un reto, una actividad deportiva y ha acabado siendo parte de mi vida”, cuenta el alpinista.


Sin embargo, la montaña tiene un lado algo más oscuro. “Es un medio hostil y todo el que va lo tiene que saber para tomar las mayores precauciones posibles”, explica Germán Vicente, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de Huesca y Coordinador del Máster de Medicina de Urgencia y Rescate en Montaña.


“Incluso los alpinistas más experimentados pueden sufrir accidentes, porque asumen riesgos mayores”, insiste el decano. Por ese motivo, dice Vicente, “la gestión del riesgo personal es importante”. “Cada uno tiene que saber sus limitaciones, estar preparado y tratar de asumirlo”, explica Vicente.


En lo que llevamos de año han fallecido en nuestra Comunidad 21 personas en accidentes de montaña. Una cifra que ya supera la de todo 2015. Entonces fueron una veintena los fallecidos, 271 los heridos y se realizaron 405 rescates en las montañas de Aragón.


Para Lorenzo Ortas, la mayoría de los accidentes que se produce no son de montañeros experimentados. “La montaña se ha popularizado mucho, incluso se ha vanalizado, porque la gente va en condiciones muy precarias y con equipamiento inadecuado”, dice Ortas.


Prevenir los accidentes


A pesar de la experiencia, a veces ocurren accidentes. De ello puede hablar Lorenzo Ortas en primera persona: “He pasado momentos muy duros, de los que no enseñan en los cursillos. Lo más duro es perder a un amigo e ir a su casa a contárselo a su familia”, explica Ortas.


Algunos de estos accidentes le han dejado incluso huella física: “Yo también he tenido percances en la montaña. Todos en el Himalaya”, cuenta Ortas. “Tuve congelaciones en un par de ocasiones y tengo recortados nueve dedos”, explica el alpinista. Y le quita importancia: “Nada grave que me impida hacer vida normal”, argumenta.


Para evitar los accidentes en la montaña “la primera recomendación es la precaución”, dice Germán Vicente. “También es importante tener conocimientos básicos de primeros auxilios, llevar un pequeño botiquín, dejar dicho a dónde vamos a ir, la ruta que vamos a hacer y la hora de vuelta estimada”, continúa Vicente.


Tener en cuenta el clima de la región es otro de los factores importantes. “En el Pirineo” -dice el decano- “el tiempo es cambiante y la previsión meteorológica tiene que ser lo más cercana posible a la salida”. “No pasa nada si tenemos que renunciar a ella”. “Lo importante es que podamos ir con las garantias de volver sanos a casa”, concluye Germán Vicente.

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