Denuncian una estafa piramidal de 600.000 € que lleva a la ruina a 40 personas

Se les propuso invertir en la importación de contenedores con ropa que se venderían al por mayor. Tres juzgados instruyen el caso, que afecta a vecinos de Aragón y Vizcaya.

Hilda Pastora, una de las afectadas, muestra la denuncia.
Hilda Pastora, una de las afectadas, muestra la denuncia.
Raquel LabodÍa

"El que es pobre es porque quiere". Este fue uno de los mensajes de Whatsapp que recibieron los afectados de una estafa piramidal. Se los solía enviar Tamar J. E., la principal implicada, para convencerlos. El resultado fue que han quedado arruinadas 40 personas (la mayor parte familias ecuatorianas), vecinos de Aragón y Vizcaya, que perdieron unos 600.000 euros entre febrero y agosto de 2015.


El modus operandi era simple. Se trataba de captar inversores con el propósito de importar contenedores con mercancías que luego se venderían al por mayor con el cebo de que estos inversores lograrían un beneficio de un 10%. Los primeros cuatro meses recibieron ese porcentaje, no el capital, pero a continuación les volvían a llamar para pedir más dinero para invertir.


El método utilizado consistía en buscar a parejas que sirvieran de intermediarios para captar a más amigos y familiares. Se les convecía para invertir en el negocio, pero nunca llegaron a ver un contenedor. El sistema era muy similar al multinivel o piramidal que ya usaba Anway, cuenta Hilda Pastora Montenegro, una nicaragüense implicada en la estafa y arruinada, "pero en ese negocio no enseñaban nada". "Nos cegaron y caímos en la trampa", dijo. Tres juzgados de Instrucción de Zaragoza acumulan diferentes denuncias presentadas por los afectados. La investigación más adelantada es la del Juzgado de Instrucción número 5, a punto de que se conozca la acusación a Tamar J. E. y a su marido Juan S., a los que han denunciado por estafa y amenazas graves.


Dos parejas que hicieron de intermediarios con sus amigos y familiares relatan en la denuncia que contactaron en enero de 2015 con Tamar en un bar de la calle de La Rioja, en el barrio de Delicias. Ella les explicó que necesitaba "capitalizarse" para "realizar diferentes operaciones consistentes en compras de containers". Uno de los intermediarios, un zaragozano, se negó al principio, pero le dejó 4.000 euros ante su insistencia sobre la rentabilidad de su inversión segura al ofrecerle un 10% de interés.


Al mes siguiente, el denunciante recibió 400 euros y creció la confianza que entonces le inspiró la estafadora, que tenía dos tiendas en Zaragoza y dos socios. Presumía de ser la "segunda mejor vendedora de España de Cristian Lay". El zaragozano llevó a una conocida ecuatoriana para que conociera a Tamar y le prestara dinero para ampliar su negocio. Cayó en marzo entregándole 35.000 euros y le ofreció un interés del 20%, que no llegó a pagárselo por varias excusas. Entre otros, la estafadora manifestó que parte de sus ganancias eran para crear un comedor social en la Iglesia Cristiana Evangélica en el barrio de San José.


Con este procedimiento llegó a recibir entregas entre marzo y junio de 406.690 euros, en diferentes pagarés como reconocimientos de deuda al intermediario zaragozano. Otra pareja, constituida por una nicragüense y un ecuatoriano, conocieron a los intermediarios. A ellos les explicó cómo era la inversión rentable para comprar contenedores de ropa y crear una cadena de almacenes. Siguieron el mismo mecanismo de pagar los primeros 4.500 euros y recibir un 20% de interés. Acabaron recaudando un total de 196.5109 euros entre sus amigos y familiares, entre ellos algunos de Bilbao. Al verificar en noviembre de 2015 el engaño, denunciaron la estafa.

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