Récord de incautaciones a 'narcos' en Aragón

Cuando Laureano Oubiña compró, por 275 millones de pesetas, el imponente Pazo Baión (situado en la localidad pontevedresa de Vilanova de Arousa) en 1987 y durante todos los años que disfrutó de sus casi 29 hectáreas de terreno, incluidos viñedos de albariño, seguro que no imaginó que la propiedad acabaría siendo explotada turísticamente y el dinero obtenido iría destinado a luchar contra el consumo de drogas, esas con las que él hacía negocio. Porque el pazo le fue expropiado por sus actividades delictivas y en 2008 fue adquirido por una cooperativa vinícola que pagó 15 millones de euros al Estado y que, además de cultivar sus tierras, permite visitas.

Los actuales propietarios firmaron un compromiso en el momento de la compra: para la explotación de la finca contratarían a personas que estuvieran en proceso de rehabilitación tras sufrir un periodo de drogodependencia y de forma anual destinarían una cantidad de dinero al Fondo de bienes decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados, que depende del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales. Desde 2009 se ha contratado a 64 personas y se han ingresado algo más de 91.500 euros en virtud de este acuerdo.

Cada año, los administradores de este fondo (entre los que hay representantes de los ministerios de Justicia e Interior y de la Abogacía del Estado, por citar solo algunos) gestionan los bienes incautados por el Estado a los delincuentes, organizan subastas o adjudicaciones directas y reparten el dinero obtenido en proyectos destinados a la lucha antidroga organizados por el Gobierno central, los autonómicos, ayuntamientos y asociaciones. También se destina dinero a planes para evitar el tráfico.

La venta del Pazo Baión es el gran hito del fondo, por el montante de la operación, pero no el único. Su actividad se extiende por todas las comunidades autónomas, incluida Aragón. De hecho, la última memoria de actividades publicada, correspondiente al año 2015, refleja que en la Comunidad aragonesa el año pasado se realizaron 54 incautaciones, la cifra más elevada de la serie histórica, cuyo comienzo se remonta a 1996.

El fondo es un 'totum revolutum' de bienes: hay vehículos (turismos, camiones, motocicletas), inmuebles (desde viviendas a plazas de garaje pasando por oficinas), embarcaciones, joyas de todo tipo y un cajón de sastre denominado 'objetos', en pro de la organización y simplificación de los datos, en el que se incluyen electrodomésticos, ropa, muebles o teléfonos, entre otros.

La memoria correspondiente a 2015 refiere que los 54 decomisos de Aragón se correspondieron con la incautación de tres joyas, 11 vehículos y 40 bienes que entran dentro de la categoría 'objetos' y cuya naturaleza no se especifica. Por provincias, 34 de ellos fueron interceptados en Zaragoza, 12 en Teruel y 8 en Huesca. El número de operaciones realizadas el año pasado sitúa a Aragón muy alejada de las comunidades que lideran la clasificación nacional (Andalucía con 652 y Madrid con 237) pero por encima de territorios vecinos como Castilla y León (37), Navarra (15) o La Rioja (3).

26,3 millones en subvenciones

Pero como ya se ha señalado antes, el decomiso de bienes obtenidos con dinero del tráfico de drogas no es la única misión de este fondo. A través de la subasta de estos bienes, o de la adjudicación directa en su caso, el Estado obtiene dinero que destina a programas pensados para evitar el consumo de sustancias estupefacientes, sobre todo, entre la población joven. Así, el año pasado se obtuvieron algo más de 15,7 millones de euros (23.621 euros se consiguieron con la venta de una decena de vehículos incautados en Aragón) que se repartieron entre comunidades, ayuntamientos y oenegés. A las autonomías se destinaron 8,7 millones, de los que la aragonesa percibió 98.000 euros con los que financió un programa de inserción para drogodependientes (63.000) y otro dirigido a menores en situación de vulnerabilidad (35.000).

A nivel local también recibieron dinero del fondo los ayuntamientos de las tres capitales aragonesas. A Zaragoza se le adjudicaron 97.720 euros para el programa de ocio alternativo Doce Lunas. Teruel obtuvo 59.500 para la actividad 'Ju VEN TÚ.d.' y Huesca 51.867 para su red de ocio joven.

En total, el año pasado se repartieron más de 26,3 millones en subvenciones. La mayor parte (18,2) se destinó a actuaciones relacionadas con la concienciación de la población ante el consumo de sustancias estupefacientes y el dinero restante (una cantidad ligeramente por encima de los ocho millones) se empleó para que el Estado, por ejemplo a través de la Guardia Civil, la Policía Nacional o el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, investigase y detuviese a los narcotraficantes que operan en el territorio nacional.