Este inicio de curso se perfilaba como uno de los más tranquilos de los últimos años: colegios muy demandados se inauguraban (como el Cuarte 3 o el Zaragoza Sur) y no había grandes polémicas, como la que surgió hace un año con el centro privado concertado Ánfora. Sin embargo, la falta de planificación y de medios materiales hizo saltar ayer por los aires esta calma en el barrio de Valdespartera en Zaragoza (el más masificado a nivel escolar) y en el centro educativo de Aínsa, que finalmente abrió, pero con bastantes carencias.

El colegio San Jorge (el segundo que se construyó en Valdespartera) sabía que sería un curso complicado después de tener que acoger a cinco clases de niños de 3 años del tercer colegio del barrio que está en construcción; pero ayer superó sus peores expectativas. Dos clases (50 niños) de 3º de primaria encontraron sus aulas totalmente vacías: ni una silla, ni una mesa, ni una pizarra. Otros dos cursos de 2º de infantil no tuvieron tampoco sillas para sentarse en toda la mañana y faltaban otras 75 en el comedor, algo que de momento no será grave porque aún no se quedan muchos pequeños a mediodía (hay jornada continua hasta las 13.00), pero que denota la falta de medios con los que han comenzado este año escolar.

El edificio en el que están los pequeños sigue sin estar terminado (este año acoge hasta ocho clases de pequeños de 3 años) y faltan tantos materiales didácticos y juegos manipulativos que se ha pedido a las familias que los aporten si están en disposición de hacerlo. En este cole falta además personal de inglés y religión.

Además, en el primer centro del barrio, el Valdespartera 1, el barracón destinado a niños de 3 años del futuro colegio (esta aula se ha instalado estos días) amaneció también sin acceso a agua corriente y sin parte del mobiliario.

El Departamento de Educación reconoció las carencias pero no aclaró los motivos que han hecho que el mobiliario no esté a tiempo. Aseguraron, eso sí, que los muebles pendientes en todos los centros llegarían ayer por la tarde, algo de lo que estaban pendientes las familias, que incluso se plantearon hacer protestas.

David Trejón y Raquel Crespo, padres de una niña de 3º de primaria del San Jorge y de otro pequeño de 3º de infantil del mismo centro confirmaron la falta de medios y se quejaron de que llevan años soportando una mala planificación. "Nuestra hija mayor empezó en el Valdespartera 1 en aulas puente, pasó a un barracón en ese centro al año siguiente y continuó el tercer año en el San Jorge, que ya estaba masificado. Hoy no ha tenido mesa ni silla. Es todo un cúmulo de despropósitos", denunciaron. El director del colegio aseguró a HERALDO que el centro hizo todo lo posible por minimizar el problema y confirmó que Educación le había anunciado que el desembarco de las cosas pendientes se haría a lo largo de la tarde de ayer.

Mientras, las familias del recién inaugurado Cuarte 3 aseguraron que, aunque algunos remates aún pendientes, el inicio de las clases fue tranquilo. Eso, a pesar de que este centro empieza sin comedor, aunque de momento se ha adaptado otra sala para que coman allí los 19 ellos que se quedan de momento al servicio.

En el colegio de La Jota, que también llevaba retraso estos días, el último empujón en las obras ha permitido que las aulas estuvieran a punto (no así la caseta del conserje que será reformada a lo largo de este año, ya que el servicio provincial explicó que ha sido necesario actuar en puntos más urgentes).

En el resto de colegios de Aragón (hay unos 400), la tranquilidad fue la pauta. De nuevo, los problemas se cebaron en los centros en obras o muy saturados. Ayer se estrenó también con normalidad el Zaragoza Sur y las ampliaciones de los coles de Sarrión y Calamocha.

Clase al aire libre

En Aínsa, las aulas estuvieron vacías y los alumnos, en el patio del colegio. Los 200 estudiantes de entre 4 y 12 años del Asunción Pañart pasaron el primer día de curso en las canchas de baloncesto porque las dos aulas prefabricadas que se han instalado para acoger a los dos grupos de 4º de primaria no estaban terminadas, a pesar de que la víspera Educación aseguró que no había motivos para que no empezara con normalidad. Fue su respuesta al comunicado del claustro de profesores difundido el miércoles entre las familias para decirles que no se impartirían clases por la falta del material necesario. A pesar de que el trabajo se aceleró, no se llegó a tiempo. Las instalaciones provisionales no estaban acabadas y en el vestíbulo del centro principal había material almacenado. Las brigadas municipales despejaron el paso a las aulas cuando estaban llegando los niños, pero finalmente se decidió que todos hicieran las mismas actividades en el patio "para no diferenciar a los de 4º", justificó el director, Óscar García. Además, se mostró convencido de que "si no llegamos a mandar la nota, no hubiéramos tenido aulas prefabricadas hasta el martes".

Hoy se colgarán las dos pizarras en las nuevas aulas y se incorporarán todos a las clases después de que ayer se instalara el mobiliario. Solo los de 1º de infantil (3 años) siguieron ayer el programa de adaptación establecido, ya que sus clases están en otro módulo. "Hubo un gran desconcierto con la noticia, pero gracias a la colaboración de las familias y la programación de los profesores la mañana ha ido bien. Los niños han estado en el patio haciendo dinámicas de grupos para conocerse", comentó ayer la presidenta de la ampa, Patricia Español, que se quejó de falta de planificación. "No entendemos cómo se ha demorado esta gestión cuando las aulas ya estaban concedidas hace meses", dijo, y añadió que el centro sigue presentando problemas de espacio, por lo que quieren forman un grupo de trabajo para luchar por la urgente ampliación del colegio.

Por su parte, la consejera

de Educación, Mayte Pérez, pidió calma a las familias "porque todos sabemos que, cuando hay obras, las previsiones pueden alargarse. En Aínsa han empezado con normalidad y yo creo que ha habido precipitación por parte del equipo directivo a la hora de mandar el comunicado". Además, "el Departamento podría haber estado de brazos cruzados y dejar las infraestructuras como estaban, seguramente se evitarían riesgos y nervios de última hora. Pero nosotros estamos aquí para mejorar la educación", justificó en Teruel.

Codo con codo en el Picarral

El foco está puesto, después de los problemas de ayer, en el inicio de curso de los institutos, que será el lunes. Precisamente, el nuevo instituto de la Margen Izquierda, el del Picarral (está en unas antiguas instalaciones de la Cámara de Comercio), lanzó un llamamiento en su página web el pasado miércoles pidiendo la colaboración de vecinos, alumnos y familias para limpiar y amueblar el centro, que acogerá a entre 120 y 130 alumnos desde la semana que viene y que supone un alivio para la altísima presión de estudiantes de la zona.

"Vamos justos porque las obras finalizaron con algo de retraso el mismo miércoles, pero no sería justo decir que el instituto no va a estar terminado, eso está por ver", explicó el director del centro, Juan Pedro Serrano. Ayer, por la mañana y por la tarde, acudieron voluntarios de todas las edades que cargaron muebles y limpiaron con ahínco. Queda trabajo por hacer porque las pizarras digitales aún estaban sin desprecintar, pero al menos habían llegado. También quedaban por solucionar problemas de fontanería. "El principal motivo de avisar a las familias es que les ofrecimos participar en la reunión de presentación de junio, y ellas estuvieron de acuerdo. Su ayuda va a ser decisiva para llegar a tiempo y queremos fomentar esta buena relación entre todos", explicó el director.