"Le gustaba mucho el ciclismo y ha muerto sobre la bicicleta"

Alberto Martínez y Enrique Javier Comín no estaban federados pero era conocida su pasión por las dos ruedas. Recorrían habitualmente la carretera en la que fueron

Azucena Urdániz (segunda por la izquierda), viuda de Enrique Comín, con varios familiares.
Azucena Urdániz (segunda por la izquierda), viuda de Enrique Comín, con varios familiares.
J. M. Marco

Enrique Javier Comín Guillén y Alberto Martínez Fernández eran dos veteranos de la bicicleta que tenían en la carretera donde ayer murieron una de sus rutas favoritas. Zaragozanos de 61 y 68 años, respectivamente, cuentan quienes les conocían que muchos domingos recorrían la N-330 para llegar hasta Longares, donde solían parar a almorzar para coger fuerzas y emprender rumbo de vuelta a la capital aragonesa. No estaban federados, pero su relación con el ciclismo era muy intensa.


Ayer, la familia de Enrique Javier Comín esperaba a las puertas del juzgado de guardia, con la desolación lógica de haber perdido a su ser querido solo unas horas antes. Zaragozano del barrio de Las Delicias, Comín se había prejubilado en el mes de abril de la General Motors. Azucena Urdániz, su viuda, decía que lo sucedido era "una barbaridad". "Le gustaba mucho el ciclismo y así ha muerto, encima de la bicicleta", acertó a decir Urdániz.


Los familiares presentes junto al juzgado destacaron que se trataba de una persona "muy responsable" sobre las dos ruedas, y que cumplía "siempre" con las normas de circulación. Su cuñada, Emilia Gutiérrez, que se hizo miembro de la asociación Stop Accidentes tras haber perdido a su padre en un accidente de tráfico hace 13 años, destacaba la importancia del "cero alcohol" al volante, conocedora de que el conductor que arrolló a los dos ciclistas triplicaba la tasa permitida.Dos ciclistas veteranos


Los dos ciclistas aficionados madrugaron ayer domingo, como otros cientos de aficionados a este deporte en la Comunidad, para subirse a sus bicicletas, una Orbea negra en el caso de Alberto Martínez y una Trek roja en el de Enrique Javier Comín. "Se conocían de la bici", confirman amigos comunes vinculados a la familia del ciclismo zaragozano. Según señalaron ayer desde la Federación Aragonesa de Ciclismo, ninguno de los dos estaba actualmente federado, pero en el ‘mundillo’ de la bicicleta coinciden en señalar la pasión que ambos profesaban por este deporte. De hecho, incluso habían participado alguna vez en la Quebrantahuesos, la gran prueba del ciclismo aficionado por excelencia en Aragón y en España.


Desde la Federación Aragonesa de Ciclismo apuntan que actualmente no era conocida una vinculación directa con ningún club, pero en el caso de Comín, por ejemplo, llegó a ser socio del Club Ciclista Aragonés hace "15 o 20 años", según recuerda el presidente del club, José ‘Pepe’ Pelegrín, que ayer comprobaba sus archivos históricos. En ocasiones, los aficionados más veteranos se acaban saliendo de los entrenamientos con los clubes para recorrer las carreteras a su propio ritmo.


En este caso, los fallecidos solían salir con un ‘grupeto’ de cinco o seis ciclistas, que tenían en la ruta a Longares su trayecto favorito. Se trata de un recorrido frecuentado cada domingo por cientos de ciclistas para llegar a la citada localidad o, en algunas ocasiones, para desviarse unos kilómetros antes desde Botorrita o Muel para buscar la localidad natal de Goya, Fuendetodos. Ayer solo salieron ellos dos y, lamentablemente, el Opel Vectra que les arrolló por la espalda no les permitió regresar a casa.

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