Tras las quejas de algunos de sus solicitantes, que criticaban el retraso de unas ayudas que debían servir para poder comprar alimentos a partir del 1 de julio, el Gobierno de Aragón ha pagado ya las becas de comedor estivales a casi el 80% de los peticionarios. Según informó ayer el Departamento de Educación, la orden de pago definitiva se dio esta semana y las subvenciones que quedan por entregar están pendientes de subsanar algún tipo de error administrativo y burocrático. En total, más de 4.000 familias (son 8.000 niños los que han recibido ayudas este pasado curso, y a los que se les prorroga directamente para el periodo estival, pero hay domicilios con dos o más alumnos en esta situación) se encontraron el jueves o ayer con el importe definitivo, 180 euros por alumno, y 120 adicionales por cada hermano.

Algunas de las familias que criticaron la tardanza en esta subvención, ya que han tenido que costear la alimentación de sus hijos mientras esperaban las ayudas, mostraron ayer su alegría por el cobro de la beca, aunque solicitaron cambios de cara a futuras convocatorias. "Nos ha venido muy bien, porque así podremos pagar la comida de estos últimos días y destinar algo a comprar ropa para el comienzo del curso escolar. Pero hay que reconocer que el dinero ha llegado tarde, porque si se pagara el día 1 de julio, podríamos tirar todo el verano perfectamente", explicó ayer una madre. Aunque a partir de septiembre cambiarán los criterios, hasta ahora recibían una beca de comedor todas aquellas familias que cobran el Iprem, es decir, poco más de 500 euros al mes, por lo que se decidió su extensión durante el verano para que aquellos pequeños que comen durante el curso en sus centros escolares puedan seguir teniendo su sustento garantizado cuando cierran las puertas del colegio.

El pasado año, las becas de comedor estivales se pagaron días antes, aunque no todo su montante. Según apuntó Educación, los beneficiarios recibieron el 75% del importe a finales de julio, y el resto, una vez finalizado agosto, tras presentar una justificación. Este requisito se eliminó durante este verano, pero el retraso en la concesión de las ayudas ha puesto en dificultades a muchos de los hogares que las reciben.

Dos Departamentos

La extensión de las becas de comedor al periodo vacacional se debe a un acuerdo entre dos Departamentos del Gobierno de Aragón, el de Educación y el de Ciudadanía y Derechos Sociales. El importe total proviene de un programa de apoyo a la infancia que lleva a cabo el Ministerio de Sanidad, y que ha destinado 1.248.770 euros este año para este concepto en Aragón. A comienzos del verano, Educación pretendía firmar convenios con el Ayuntamiento de Zaragoza y el de Huesca –el de Teruel se descolgó– para otorgar estas becas de forma conjunta y ampliar el número de colegios que abren en julio, y a los que también pueden acudir a comer aquellos niños becados. Pero a pesar de este anuncio, no se llegó finalmente a un acuerdo con el Consistorio zaragozano, por lo que la DGA asumió en solitario el compromiso.

El PP y Ciudadanos criticaron esta semana el retraso en el pago de estas ayudas y pidieron una mejor coordinación entre departamentos para solventar la situación.