Un vecino de Tramacastilla (Teruel), E. O., de 85 años, permanece ingresado en estado crítico en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza como consecuencia del traumatismo craneoencefálico, que sufrió el pasado martes al ser embestido por un novillo mientras presenciaba un encierro a las afueras de la localidad turolense, que celebraba sus fiestas patronales. El novillo que protagonizaba el espectáculo burló la valla que delimitaba el recorrido al trepar por un murete y arrolló al anciano que estaba de pie tras el vallado. Al caer, el hombre se golpeó la cabeza violentamente contra el suelo, lo que le causó lesiones de extrema gravedad.

Al constatar el grave estado del herido, los sanitarios solicitaron la presencia del helicóptero medicalizado del 112, que procedió a la evacuación al Hospital Obispo Polanco de Teruel, desde donde se le derivó posteriormente al Miguel Servet. El suceso se produjo a unos 500 metros de la población, donde la res fue exhibida unas horas después en un festejo de novillo embolado. El accidente causó conmoción en la localidad, que ayer se despidió de sus fiestas patronales.

Un vecino que presenció el encierro explicó que E. O. observaba el traslado del astado junto a varios vecinos sobre un murete que bordea el cauce del Guadalaviar. Cuando el novillo cruzaba el río, se escapó del pasillo delimitado con vallas embistiendo al anciano. La res fugitiva fue capturada poco después en las inmediaciones.

El novillo, de la ganadería de Juan Vicente Mora, había sido transportado en un camión hasta un punto situado en las inmediaciones de Tramacastilla, desde donde se inició el traslado hacia el pueblo con la escolta de jinetes y cabestros atravesando el cauce del Guadalaviar. Los encierros para desplazar las reses bravas hasta las plazas de novillos o hasta los cascos urbanos son muy populares en toda la Sierra de Albarracín y se realizan durante las fiestas patronales.

El alcalde, José Miguel Delgado, no quiso pronunciarse sobre el incidente que dejó malherido a un vecino y se limitó a decir que "todo ocurrió muy rápido", a medio kilometro de la población y en torno a las 13.00. Hasta el lugar se desplazó una dotación del Seprona de la Guardia Civil, además de los sanitarios que atendieron al herido y le dispusieron para el traslado a Teruel.

El recorrido del novillo hasta el pueblo, marcado con vallas y mallas de plástico, estaba salpicado de bandos del alcalde en los que se daban a la población una serie de recomendaciones de cara a los actos taurinos de las fiestas, incluido el propio encierro. Entre las normas recogidas se indica que "toda persona" que participe en el encierro "lo hace bajo su responsabilidad", aunque en el caso del herido su presencia se limitaba a ser un espectador protegido por la valla del recinto.

El delegado territorial de la DGA –administración encargada de autorizar los festejos taurinos–, Antonio Arrufat, explicó que el festejo de Tramacastilla contaba con la preceptiva autorización. Señaló que el Gobierno aragonés solo da permiso para la celebración de actos en torno a los novillos tras constatar que cumplen todas las normas de seguridad y cuentan con el seguro correspondiente. Arrufat reconoció, no obstante, que "siempre hay riesgo" en un espectáculo popular con un novillo de 500 kilos como pieza esencial. El delegado hizo un llamamiento a "la prudencia y la responsabilidad" de organizadores y participantes para evitar accidentes.