La natalidad se resiste a despegar. El éxodo de la inmigración y la crisis económica continúan frenando los nacimientos en Aragón y, en el primer semestre de este año, se han registrado 133 partos menos que en el mismo periodo de 2015. Si la tendencia continúa hasta diciembre, en el Miguel Servet de Zaragoza nacerán la mitad de niños que en 1975 y no se superará la barrera de los 4.000 pequeños, que a excepción de 2013, se ha salvado en los últimos quince años.

Según datos facilitados por el Servicio Aragonés de Salud, los dos principales hospitales de la Comunidad aragonesa han notado un "parón" de partos en el primer semestre de este año. Si en 2015 en el Clínico se llegó a los 1.085, en el mismo periodo de 2016 se han atendido a 32 mujeres menos. Y en el Miguel Servet ha habido 81 partos menos. También las clínicas privadas han notado menos alumbramientos. Según datos oficiales, de los 1.034 nacimientos que contabilizaron hasta junio de 2015, este año han registrado 947. Solo el San Jorge de Huesca (con 340 nacimientos -los mismos que el año pasado-) y el Obispo Polanco (con 8 más este año) rompen un poco la tendencia y se mantienen estables.

Los expertos confirman que este primer semestre ha sido "atípico" y con menos nacimientos de los esperados, pero se muestran cautos ya que todo puede cambiar en unas pocas semanas (en los últimos días ha habido más actividad). Aunque nadie se atreve a achacar directamente este retroceso a una causa concreta, el jefe de la sección de Medicina Materno Fetal del hospital Miguel Servet de Zaragoza, José Manuel Campillos, atribuye este descenso principalmente a la conjunción de dos factores: el descenso de la población inmigrante y, sobre todo, la precariedad económica. "Ha podido mejorar la macroeconomía, pero la situación de la microeconomía todavía no. Las ayudas son escasas y la gente se piensa dos veces antes de tener un hijo", explica. De hecho, reconoce que cada vez es más habitual madres del "primer hijo", pero cada vez son menos frecuentes "las del segundo y tercero".

A pesar de que el número de nacimientos es menor que otros años, los expertos aseguran que el trabajo no ha disminuido e, incluso, ha aumentado y complicado por el tipo de partos que se atienden. El retraso de la edad de la maternidad de la madre ha llevado consigo gestaciones más difíciles y, en muchas ocasiones, partos mucho más complejos (muchos de ellos múltiples por las técnicas de reproducción asistida). "La complejidad de los embarazos espontáneos no han cambiado, pero sí las de los gemelares en mujeres más mayores", apunta Campillos, que recuerda que "casi ya es habitual" atender a madres primerizas de más de cuarenta años (incluso han llegado a tener un caso con 54 años). "Los problemas de las enfermedades crónicas con los años aumentan y, por lo tanto, las complicaciones durante el embarazo y el parto", destaca el jefe de sección de Medicina Materno Fetal del Miguel Servet. En este centro se atiende a una media de entre 150 y 170 gemelares al año (en 2015 hubo un parto de cuatrillizos). A pesar de todo, se intenta que el alumbramiento sea por vía vaginal y evitar cesárea.

La mitad de partos que en 1975

No obstante, el responsable del Miguel Servet confía en que la evolución negativa cambie y el Miguel Servet termine 2016 superando la barrera de los 4.000 partos. Una cifra a la que, salvo en 2013, ha llegado en los últimos quince años (el año pasado 4.036). Aun así, este hospital, el que más nacimientos registra en la Comunidad, quedará lejos de los nacimientos que se alcanzaron en 1976, cuando se llegó a los 8.154 (el máximo histórico registrado).

En el conjunto de la Comunidad aragonesa también se ha notado la caída de nacimientos en los últimos años. En 2015 se atendieron 10.866 partos, lo que supone 307 menos que en 2014 y 1.795 menos que en 2010 (un 14,2%). Según los expertos, los partos se mantienen en Aragón un poco por debajo de la proporción media de nueve partos por cada 1.000 habitantes que sí se cumple en otros puntos del país. A la Comunidad, según estos datos, le corresponderían más de 11.000 recién nacidos.